Los presidentes Nicolás Maduro (Venezuela), Rafael Correa (Ecuador), José Mujica (Uruguay) y Dési Bouterse (Surinam), llegaron el jueves a Cochabamba, en el centro de Bolivia, para una reunión de mandatarios sudamericanos que analizarán el incidente que sufrió Evo Morales en Europa.
Cochabamba aún espera el aterrizaje de la argentina Cristina Kirchner, dijo la oficina de comunicación de la cancillería boliviana.
El encuentro de gobernantes será «para asistir a un acto de apoyo incondicional al gobierno de Bolivia, al Estado plurinacional de Bolivia, frente a esta desproporcionada e injusta agresión de Estados Unidos y sus aliados europeos», afirmó temprano el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana.
Maduro, al llegar a Cochabamba, afirmó que «Europa rompió con todas las reglas de juego de la convivencia, porque agredió la inmunidad internacional que protege a un jefe de estado» y aseveró que «quien se mete con Bolivia se mete en Venezuela», tras afirmar en su país que revisará las relaciones con España.
Junto a Francia, Portugal e Italia, España tomó la decisión de impedir el martes el tráfico aéreo del presidente Morales, en su ruta Moscú-La Paz, por las sospechas de que la nave había sacado de la capital rusa al prófugo estadounidense Edward Snowden.
El gobernante boliviano había dicho en Moscú que no descartaba la posibilidad de conceder asilo político al excontratista de la poderosa Agencia Nacional de Seguridad estadounidense, quien develó un plan de espionaje a escala mundial y provocó la furia norteamericana.
Rafael Correa afirmó en Cochabamba que «no estamos aquí para jugar a falsas victimizaciones, eso nos ha hecho mucho daño, pero sí para hacernos respetar como naciones».
Los presidentes Ollanta Humala (Perú), Sebastián Piñera (Chile) y Juan Manuel Santos (Colombia) no asistirán. No se ha confirmado la presencia de Dilma Rousseff (Brasil). Paraguay está suspendido de Unasur, tras la destitución del presidente Fernando Lugo vía juicio político en junio de 2012.