Los jóvenes son las principales víctimas del robo de teléfonos celulares. El experto en seguridad Bernardo Ovalle estima que más del 70% de los perjudicados por este delito son aquellas personas comprendidas entre los 16 y 30 años.
Este grupo –señala– es el principal objetivo de la delincuencia debido a la falta de cuidado de sus pertenencias. Muchos hablan por teléfono mientras caminan y hasta cuando cruzan la calle, chatean en el bus o simplemente los llevan en sitios visibles o en la mano. “La delincuencia actúa por oportunidad, no es que el delincuente va a una persona específica”, advierte Ovalle, exanalista de seguridad del Ministerio del Interior y exdirector del Observatorio de Seguridad.
Betsabé Camba, de 18 años, dice que a ella nunca le han robado un celular. Por eso, la tarde del viernes justificó que enviaba sin temor mensajes a través de su teléfono Sony, mientras salía con sus amigas del centro comercial San Marino. “Me lo regalaron mis papás, creo que les costó $ 500”, señaló.
A Enrique Alvear, de 55 años, tampoco le han robado nunca su teléfono, pero él afirma que no se expone en sitios inseguros. “Siempre ando atento, usando la sabiduría para evitar a los delincuentes”, dijo y pidió que las autoridades ejercieran un mayor control para que la ciudadanía se sintiera segura. Él anhela caminar sin temores por la ciudad, pero los expertos recomiendan estar alerta. “En una comunidad donde los niveles de seguridad son altos, una persona debería andar con total libertad y no tener restricciones con sus equipos, pero sabemos que vivimos en una sociedad donde debemos tener precauciones”, dice Ovalle.
En Guayaquil hay una decena de zonas consideradas por las entidades de seguridad como riesgosas para el robo de celulares, entre ellas, los alrededores de los diferentes centros comerciales, los sectores de Las Peñas, la avenida 9 de Octubre, los coliseos y los estadios.
En estos lugares se observó el viernes pasado poca presencia de vigilantes uniformados, especialmente en horas de la tarde y noche, situación que contrastó con la falta de precaución de muchos ciudadanos al usar sus equipos celulares.
Diana González, de 31 años, dice que ahora tiene mayor cuidado con su teléfono. Esto, después de haber sufrido el robo de siete celulares, un Nokia, dos BlackBerry y cuatro iPhone.