Los contratados perciben salarios de unas 240.000 libras esterlinas al año (276.000 euros)
A cambio de mucho dinero, el Gobierno de China está reclutando a expilotos militares británicos para que entrenen a los chinos, lo que supone una importante «amenaza para los intereses del Reino Unido». Así lo declaró un funcionario del Gobierno al medio Sky News, que detalló que se conoce que al menos una treintena de pilotos de aviones y helicópteros que trabajaron en algún momento para el Ejército británico están en China, donde les pagan salarios de unas 240.000 libras esterlinas al año (276.000 euros). El número podría ser mucho mayor, aunque no hay datos exactos. Lo que sí se cree que es muchos son mayores de 50 años y podrían haber dejado el Ejército hace varios años.
La fuente citada por la cadena considera que «es casi seguro» que estos exmilitares «estén mejorando el conocimiento y la capacidad militar de China», por lo que Pekín «está tratando activamente de contratar a muchos más pilotos militares en servicio y en formación y otros especialistas de la Real Fuerza Aérea, la Royal Navy y el Ejército británico», aunque también podrían tener su vista puesta en personas de otros países occidentales.
El peligro que supone esta fuga de conocimiento, en un momento en el que además las relaciones con China son tensas, obligó al servicio de Inteligencia del Ministerio de Defensa a emitir una «alerta de amenaza», en la que advierte a los miembros de las Fuerzas Armadas de los intentos de las fuerzas chinas de captar más personal.
La fuente citada por la cadena considera que «es casi seguro» que estos exmilitares «estén mejorando el conocimiento y la capacidad militar de China», por lo que Pekín «está tratando activamente de contratar a muchos más pilotos militares en servicio y en formación y otros especialistas de la Real Fuerza Aérea, la Royal Navy y el Ejército británico», aunque también podrían tener su vista puesta en personas de otros países occidentales.
El peligro que supone esta fuga de conocimiento, en un momento en el que además las relaciones con China son tensas, obligó al servicio de Inteligencia del Ministerio de Defensa a emitir una «alerta de amenaza», en la que advierte a los miembros de las Fuerzas Armadas de los intentos de las fuerzas chinas de captar más personal.
Años de preocupación
Sin embargo, la situación no es nueva. James Heappey, secretario de Estado de las Fuerzas Armadas, reconoció que desde hace años hay preocupación por este asunto, que supone además un daño potencial a la seguridad nacional. También puntualizó que el Gobierno chino se vale de tácticas como el uso de empresas en países como Sudáfrica para reclutar a los efectivos. Sin embargo, tras la pandemia de Covid-19 se notó un aumento del llamado robo de talento militar. De ahí que el Gobierno británico se esté planteando otras opciones, como prohibir expresamente que los militares puedan trabajar para fuerzas extranjeras, a menos que cuenten con la autorización del Ministerio, así como endurecer los contratos laborales y la legislación sobre seguridad nacional.
La fuente citada por Sky News considera que «es casi seguro» que estos exmilitares «estén mejorando el conocimiento y la capacidad militar de China»,
El funcionario dijo que «estamos tomando medidas para disuadir a los pilotos y expilotos de ser reclutados, y queremos evitar que China malinterprete nuestro silencio previo sobre este asunto como la aceptación o aprobación de esta actividad». Añadió además que si no se toman medidas, esto puede dañar no solo la defensa del Reino Unido, sino también la de sus aliados, ya que «no se trata de entrenar a pilotos chinos en [el uso de] aviones occidentales. Se necesitan pilotos occidentales de gran experiencia para ayudar a desarrollar tácticas y capacidades en la fuerza aérea militar china», dijo el funcionario.
Desafío de seguridad
En todo caso, las fuentes oficiales no tienen constancia de que alguno de estos militares haya violado la Ley de Secretos Oficiales, pero la fuente indicó que «estamos revisando el uso de contratos de confidencialidad y acuerdos de no divulgación, mientras que el nuevo Proyecto de Ley de Seguridad Nacional creará herramientas adicionales para abordar los desafíos de seguridad contemporáneos, incluido este».
El esquema de registro de influencia extranjera contenido en este proyecto de ley requerirá que cualquier persona contratada por un gobierno extranjero declare su actividad. El Ejecutivo explicó en un comunicado este martes que así se «aumentará la transparencia sobre las actividades de influencia política que se llevan a cabo para una potencia o entidad extranjera», se «ayudará a salvaguardar las instituciones democráticas del Reino Unido de influencias encubiertas» y el Gobierno podrá estar mejor informado «sobre la naturaleza, la escala y la extensión de la influencia extranjera en nuestros asuntos políticos».
Fuente: ABC
