El Universo .- Está detenido desde el 2012, sentenciado a 34 años de prisión por delincuencia organizada, narcotráfico y asesinato.
Adolfo Macías Villamar, alias Fito, identificado como uno de los líderes de la banda de Los Choneros, podría recuperar la libertad una vez que fue beneficiado, el 16 marzo de 2023, con una resolución de la Unidad de Garantías Penitenciarias de Guayaquil, que declaró la extinción de cuatro de sus condenas por robo, delincuencia organizada y porte de armas.
En virtud de aquello, se conoce que el hombre que está recluido en elCentro de Privación de Libertad Guayas 4, conocido como cárcel Regional, ha solicitado la unificación de penas, por otras sentencias condenatorias ejecutoriadas en su contra.
Esto, con miras a beneficiarse de una prelibertad, a través de un juez de Garantías Penitenciarias.
El Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI) no tenía hasta la tarde de este lunes 24 de abril novedades al respecto. Tampoco se conocía de la existencia de alguna boleta de excarcelación.
Alias Fito está detenido desde el 2012. Fue sentenciado a 34 años de prisión por delincuencia organizada, narcotráfico y asesinato. Es señalado como uno de los cabecillas de Los Choneros, conjuntamente con Júnior Roldán, alias Júnior, quien salió de prisión en febrero de este año.
Según informes de la Policía y otras autoridades, Fito y Júnior quedaron al frente de esta banda que tiene nexos con el cartel de Sinaloa, luego del asesinato de su anterior líder, Jorge Luis Zambrano, alias Rasquiña o JL, en diciembre del 2020.
En octubre del año pasado trascendió que Fito celebró su cumpleaños número 43 en la cárcel.
Incluso en redes sociales se divulgaron fotos del recluso detrás de dos grandes tortas y un decorado de fiesta. Delante y atrás de la mesa se habían colocado globos con el número de su edad.
En noviembre del 2021, su hija, junto con una amiga, fueron secuestradas.
Las jóvenes estuvieron plagiadas durante cuatro días, y luego fueron liberadas en una zona rural de Manta. Tras el secuestro, las personas que retuvieron contra su voluntad a las mujeres quemaron el vehículo en donde las plagiaron, en la vía al balneario de Santa Marianita.
