Tal como estaba anunciado y planificado, la Asamblea Nacional inició una vacancia de 15 días.
La misma se extenderá hasta el 22 de enero próximo, con lo cual el día 23 de reanudarán las labores.
Las vacaciones fueron dispuestas por el Consejo de Administración Legislativa (CAL).
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La vacancia implica suspender las sesiones del plenario y de las comisiones especializadas permanentes y ocasionales, las reuniones de los grupos parlamentarios temáticos, de los grupos interparlamentarios, Comité de Ética y del propio CAL.
Suspendido todo
Durante el receso, se suspenden los plazos y los términos de los trámites ordinarios para la aprobación de proyectos de ley, sustanciación de solicitudes de juicios políticos, trámites de denuncias y quejas contra legisladores, trámites de enmiendas y reformas parciales a la Constitución, los procesos de seguimiento y evaluación de las leyes.
En cambio, las actividades administrativas y de gestión se mantendrán, con el personal mínimo necesario.
En caso de urgencia, la presidenta encargada del Parlamento, Esther Cuesta, podría convocar a periodos extraordinarios de sesiones.
La pausa deja en el aire los intentos de la oposición, liderada por el correísmo, de imponer una licencia al presidente Daniel Noboa, para que sea reemplazado por la vicepresidenta Verónica Abad.
El primer avance fracasó, ante el peligro de una destitución masiva, ordenada por la Corte Constitucional.
