La Comisión de Seguridad de la Asamblea Nacional recibió a Alexandra Córdova, madre del joven David Romo, quien está desaparecido desde hace más de 11 años.
Romo, quien tenía 21 años entonces, se comunicó por última vez con su madre la noche del 16 de mayo del 2013, cuando salía supuestamente de sus clases universitarias. Desde entonces nunca más se supo de él.
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Córdova relató en la comisión lo que llama “desaparición forzosa” de su hijo, y la falta de respuestas de parte del Estado.
Además, señaló que, a pesar de sus continuos reclamos, nunca le presentaron una respuesta definitiva sobre el paradero del joven, o la situación de los presuntos autores de su desaparición.
El caso
La cita noche del 16 de mayo del 2013, David Romo tomó un autobús para dirigirse a su casa, luego de sus clases en la universidad, pero nunca llegó. Desde ahí llamó a su madre, para avisarle que iba en camino.
En vista que las horas pasaron y no aparecía, Córdova quiso ingresar la denuncia por desaparición, pero la obligaron a esperar 48 horas. El proceso ha pasado hasta ahora por al menos 20 fiscales.
El teléfono móvil de David nunca apareció. Lo extraño es que una jueza, en mayo del 2015, ordenó que la investigación se declare como reservada, algo inesperado, pues no se trataba de un caso de interés nacional.
Supuesto asesinato
Córdova no omitió detalles en su intervención en la Asamblea. E incluyó el espeluznante relato que le hizo el general de policía Víctor Araus, ahora candidato presidencial, y que estaba a cargo en 2017 de la Dirección Nacional de Investigación de Delitos Contra la Vida.
Araus afirmó que la desaparición estaba resuelta. Según su teoría, a Romo lo ingresaron a la fuerza a una clínica de rehabilitación en Pisulí, en el norte de Quito. Ahí habría robado droga, y luego los dueños de esa clínica lo asesinaron, descuartizaron, incineraron y usaron sus restos para alimentar a los cerdos de un camal clandestino cercano.
La Comisión prometió investigar el caso.
