Reducir el Impuesto al Valor Agregado (IVA), del 15 al 8% durante los feriados, ayuda a la economía del país, pero no es la respuesta a los problemas estructurales.
Así lo precisó el analista económico, Jorge Calderón, en diálogo con “Punto de Orden”.
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Calderón explicó que la reducción, en efecto, llama a un mayor consumo durante los días señalados, y por tanto permite al Estado incluso recaudar más que en los días ordinarios.
Sin embargo, el efecto queda a medias, ya que para fomentar el turismo se requiere de mayor seguridad.
Además, los racionamientos eléctricos no ayudan a promocionar la presencia de visitantes.
IVA debe bajar permanentemente
A su criterio, reducir el IVA de forma permanente, como ocurre en otros países, sería mucho más atractivo para el sector productivo.
El analista reconoció que el incremento de este gravamen se volvió una necesidad, tanto para recaudar fondos de forma inmediata, como para cumplir los lineamientos crediticios del Fondo Monetario Internacional.
Sin embargo, estimó que mucho más importante será impulsar los tratados de libre comercio, entre ellos el de Canadá, que está por volverse realidad.
Solo así, apuntó Calderón, aumentaremos las importaciones de bienes de capital y materias primas a mejores precios, lo cual dará como resultado productos de mejor calidad y más económicos.
