La Cárcel de Máxima Seguridad de Guayaquil, conocida como “La Roca”, entró nuevamente en funcionamiento.
La prisión fue desalojada en septiembre pasado, a raíz de un atentado explosivo que causó daños en el techo.
Las reparaciones están casi listas, y el centro ya alberga de nuevo a los detenidos de mayor peligrosidad, bajo la vigilancia del Comando de Operaciones de la Primera Zona Naval de la Armada.
Aunque no se reveló el número de presos recluidos en “La Roca”, los reportes señalan que se han ejecutado 31 traslados de terroristas.
Los trabajos de reparación integral serán finalizados el 10 de marzo, a un costo de 94.741 dólares.
De acuerdo a la planificación, los presos están en buenas condiciones, cada uno ocupando una celda, y recibiendo todas las atenciones necesarias.
Mientras, en la vecina Penitenciaría del Litoral, se realiza una redistribución de los presos. En lugar de asilarlos por afinidad de pandillas, son distribuidos por delitos y nivel de peligrosidad.
Todos los días se realizan requisas, a fin de detectar armas, municiones y explosivos.