¿Qué sucede cuando cultivas plantas en suelo lunar, algo que está totalmente fuera de la experiencia evolutiva de una planta?, se preguntaron los científicos.
Parece la trama de una película de ciencia ficción, pero es un experimento totalmente real. Se trata de un grupo de científicos que demostraron que es posible sembrar vegetales en suelo lunar, como parte de un proyecto para conservar estos organismos en climas extremos y abrir paso a nuevas colonias humanas espaciales.
Los investigadores de la Universidad de Florida cultivaron las plantas en regolito lunar, con una muestra de 12 gramos cedida por la NASA. La institución demoró 11 años en responder a las peticiones de los científicos pero finalmente les otorgaron 4 gramos más de lo que habían solicitado.
La investigación fue publicada en el sitio “Communications Biology” y explicó la motivación de los científicos para cultivar las plantas en las pequeñas muestras de suelo lunar que tenían.
“Artemis requerirá una mejor comprensión de cómo cultivar plantas en el espacio”, dijo Rob Ferl, uno de los autores del estudio y profesor de ciencias hortícolas en el Instituto de Ciencias Agrícolas y Alimentarias de la Universidad de Florida.
Anna-Lisa Paul, otra autora del estudio y profesora investigadora de ciencias hortícolas en la UFL destacó la importancia de las plantas en la exploración lunar: “Las plantas ayudaron a establecer que las muestras de suelo traídas de la luna no albergaban patógenos u otros componentes desconocidos que dañarían la vida terrestre, pero esas plantas solo se espolvorearon con el regolito lunar y nunca se cultivaron en él”.
“¿Qué sucede cuando cultivas plantas en suelo lunar, algo que está totalmente fuera de la experiencia evolutiva de una planta? ¿Qué harían las plantas en un invernadero lunar? ¿Podríamos tener granjeros lunares?”, fueron algunas de las preguntas que se hizo Ferl.
Para hacer crecer su pequeño jardín lunar, los investigadores usaron pozos del tamaño de un dedal en placas de plástico que normalmente se usan para cultivar células. Una vez que llenaron cada “maceta” con aproximadamente un gramo de suelo lunar, los científicos humedecieron el suelo con una solución nutritiva y agregaron algunas semillas de la planta Arabidopsis, explica el sitio web de la Universidad de Florida.
Los investigadores también cultivaron la planta Arabidopsis en JSC-1A, una sustancia terrestre que imita el suelo lunar real, así como suelos marcianos simulados y suelos terrestres de ambientes extremos, como punto de comparación. Los resultados que obtuvieron entre cada maceta, incluso de regolito lunar, fueron variados.