El abogado, junto a los padres de Cáceres acudieron a los exteriores de la cárcel, pero no lograron comunicarse con el detenido.
Faltan diez días para que se termine la etapa de instrucción fiscal por el caso de la desaparición y muerte de la abogada María Belén Bernal, quien ingresó a buscar a su esposo, Germán Cáceres, en una escuela policial el pasado 11 de septiembre de 2022.
Luego de ese día no se supo más de ella hasta que su cuerpo sin vida fue encontrado el 21 de ese mes en el cerro Casitagua, a pocos kilómetros del centro de formación policial.
Con la detención del principal sospechoso, Germán Cáceres, en Colombia y su traslado al Ecuador, el caso, al parecer tomó un nuevo rumbo. Sin embargo, la defensa legal del exteniente reclamó que no ha podido conversar con su representado ni sus familiares.
Edison Burbano, su abogado defensor, dijo a este Diario que ayer acudió a la cárcel La Roca, en Guayaquil, pero que no se permitió su ingreso. Sostuvo que se está vulnerando el legítimo derecho a la defensa y a un abogado.
“Lastimosamente no sé qué criterio tiene el Gobierno para no permitir que se esclarezca la verdad, lo único que queremos nosotros, con la familia, es que se conozca la verdad. Que no se obligue a estar encerrado sin la posibilidad de que diga la verdad, no se le permite ni que hable con su abogado”, enfatizó.
Se solicitó al Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI) una versión sobre las razones para impedir el contacto de Cáceres con su abogado, y el Departamento de Comunicación indicó que trabajarán en dicho pedido.
Los padres de Cáceres también acudieron junto con su abogado a los exteriores de la cárcel La Roca, sin embargo, se les impidió el ingreso.
Burbano agregó que tanto el padre como la madre de Cáceres le han dicho que cuente la verdad, “caiga quien caiga”.
Recalcó que esa era la razón de su diligencia en el centro de privación, que Cáceres conozca el pedido de su familia y su defensa.
Declaró que el ministro de Gobierno, Francisco Jiménez, habría emitido declaraciones asegurando que su defendido será trasladado a la cárcel La Roca, por motivos de seguridad.
Sin embargo, puntualizó que esa no era la potestad del ministro, sino de la justicia. “Cómo puede ser posible que mientras se está investigando el presunto delito en Quito, mientras el principal sospechoso tiene que realizar todas las diligencias en Quito, lo encierren a más de 500 kilómetros de distancia”, señaló el abogado.
También aseguró que no ingresarán un recurso de hábeas corpus, sino que enviarán un escrito solicitando al juez que revoque la providencia mediante la cual fue enviado su defendido a Guayaquil.
A su juicio, se necesita que Cáceres esté en Quito para declarar y que se le brinden las medidas de seguridad para precautelar su vida. Que se realicen las diligencias necesarias y que pedirán que se garantice que exista un juicio justo.
“Si el señor Cáceres ha cometido una infracción, cosa que hasta ahora ni su abogado conoce, que sea sancionado, no como dice (Guillermo) Lasso, con el peso de la ley, porque la ley no tiene peso, que sea sancionado de acuerdo con lo que determina el Código Orgánico Integral Penal (COIP)”, enfatizó.
Finalmente, Burbano negó que la familia de Cáceres haya recibido amenazas o presión de la opinión pública, pero refirió que los agentes han roto las puertas en los operativos realizados en Guaranda y Ambato, en donde se ubican los domicilios de los padres de Cáceres.
El exteniente de policía antes de salir a Colombia rindió una versión, esa es la única que conoce la Fiscalía y su abogado defensor, pues, dijo que a partir de la salida al vecino país, perdió la comunicación.
También que su defendido no ha huido, porque cuando salió del país no existía una orden de detención en su contra, aunque ante un pedido de prisión preventiva, tampoco regresó.
Según la defensa, estarán a la espera de si la fiscal considera que se llame a brindar su versión, pues el 15 de enero se termina el periodo de instrucción fiscal.
Fuente: El Universo