Un hombre pereció en el norte de Guayaquil, cuando posiblemente pretendía robar cables eléctricos.
El sujeto, todavía no identificado, trepó a un poste situado en la autopista Narcisa de Jesús. Pero cuando manipulaba el cableado, presuntamente para cortarlo, sufrió una poderosa descarga eléctrica.
El incidente provocó que cayera de una altura aproximada de 5 metros. La electricidad y el impacto le costaron la vida.
Su cuerpo quedó en la vereda, hasta que transeúntes se percataron de lo que sucedía y dieron parte a la Policía. Un equipo de paramédicos acudió al lugar, pero simplemente comprobó que había fallecido.
El hombre, de aproximadamente unos 30 años, carecía de identificación. Tampoco tenía zapatos.
Se presume que su objetivo era cortar los cables y venderlos a centros de reciclaje, como ocurre en muchos otros sectores de Guayaquil.
Moradores y transeúntes señalaron que estos incidentes ocurren de forma constante en la zona, gracias a la deficiente iluminación. Los chamberos no miden el riesgo que corren, y mucho menos el daño que causan a los vecinos, pues la falta de cables los deja sin electricidad.
El cuerpo del sujeto fue llevado a la morgue, a la espera de que su familia acuda a reconocerlo y retirarlo. No es la primera vez que está práctica cobra vidas entre los recicladores.