No se necesitará receta médica para adquirir los test, informo el ministro de Salud. Las pruebas se podrán comercializar en lugares autorizados por la ARCSA.
El ministro de Salud, José Ruales, informó que a partir del 15 de agosto se permitirá la libre comercialización de pruebas rápidas para la autodetección de COVID-19. De esta manera, la población podrá acceder a las pruebas sin la necesidad de tener una receta médica, explicó el funcionario. El anuncio lo hizo el 9 de agosto, como parte de las resoluciones adoptadas por el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) nacional.
Estos productos se podrán comercializar en los lugares que sean autorizados por la ARCSA a escala nacional, desde mediados de agosto.
El ministro precisó que las pruebas rápidas deberán ser registradas en la página web del Ministerio de Salud; ahí se ingresarán los datos del paciente, incluyendo su lugar de domicilio, y el resultado de la prueba. La información servirá para conocer dónde se presentan los casos positivos y proceder con la vigilancia epidemiológica, indicó.
Las pruebas rápidas detección no modifica el protocolo para ingreso al país y a las Islas Galápagos, aclaró el director del ECU 911, Juan Zapata. Recordó que se mantiene uno de los tres requisitos posibles para el ingreso: carnet o certificado de vacunación, prueba PCR o una prueba de antígeno de máximo 72 horas.
Por su parte, el vicepresidente de la República, Alfredo Borrero, reiteró el llamado a la población para aplicarse la vacuna de refuerzo contra el COVID-19. El segundo mandatario manifestó que existe una preocupación porque la región Costa registra un menor índice de vacunación.
La meta del Gobierno es que hasta finalizar septiembre se hayan inoculado 10 millones de personas con el esquema completo y una dosis de refuerzo, dijo Borrero.
Fuente: El Universo