La Agencia Metropolitana de Control, la Empresa Municipal de Rastro y el Cuerpo de Agentes de Control Metropolitano de Quito, retiraron 2.317 libras de productos cárnicos, que no tenían la documentación correspondiente de transporte y faenamiento.
El operativo se realizó en tercenas de las parroquias Pifo y Yaruquí.
Se presume que esta carne, que podría ser peligrosa para el consumo humano, proviene de camales clandestinos de la zona.
Un total de 15 tercenas fueron inspeccionadas. A sus propietarios se pidieron las Licencias Únicas para el Ejercicio de Actividades Económicas, así como la documentación relacionada con el transporte, certificados de rastro y, principalmente, la guía de faenamiento.
Además del decomiso del producto, se iniciaron tres procedimientos de sanción a los establecimientos que no presentaron la documentación correspondiente.
La guía de faenamiento es un documento crucial, que garantiza que los productos cárnicos provienen de camales oficiales, donde se cumplen los protocolos sanitarios y se realiza una verificación exhaustiva del estado de salud de los animales.
En cambio, en los camales clandestinos, las condiciones pueden ser precarias y no reguladas. Además, los animales experimentan un mayor estrés durante el proceso de faenamiento, lo que también puede tener repercusiones negativas en la salud del consumidor final.
