Gran parte de Estados Unidos sufre una aterradora ola de calor, que está rompiendo todos los récords anteriores.
El oeste del país es el más afectado, con una tendencia cálida y húmeda que bordea o incluso supera en algunos casos los 50 grados centígrados.
La situación llegó a tal extremo, que el Servicio Meteorológico Nacional emitió una advertencia de calor excesivo para unos 36 millones de personas. Es decir, el 10% de la población de todo el país.
Muchas zonas del norte de California superaron los 43,3 grados. El récord fue para la ciudad de Redding, con 48,3 grados, mientras que Phoenix, en pleno desierto, nunca bajó de 33,3 grados.
El pasado fin de semana, el Parque Nacional del Valle de la Muerte, en el este de California, alcanzó los 54 grados. Un visitante murió por exposición al calor, y otra persona fue hospitalizada. Ambas víctimas paseaban en motocicleta por la zona, en medio de un clima abrasador.
Las recomendaciones son estrictas: salir al aire libre en esas condiciones es muy peligroso.
Las autoridades advirtieron de que las enfermedades y lesiones, causadas por el calor, son acumulativas. Lo curioso es que el Valle de la Muerte registra en esta época muchos visitantes, ansiosos por desafiar el peligro.
Las Vegas alcanzó un máximo histórico de 49 grados. Suficiente como para cocinar galletas con el calor solar, y ver lápices de colores derritiéndose.
