Tres dirigentes sindicales del IESS en la provincia del Azuay son investigados, por la forma injustificada en que aumentaron sus patrimonios.
El caso está en manos de la Contraloría y de la Fiscalía, y de una comisión legislativa ocasional, conformada por asambleístas azuayos de todas las tendencias políticas.
Las indagaciones establecieron que los líderes en cuestión, reciben cheques y transferencias del sindicato, sin motivo alguno. Y por montos de miles de dólares.
Rosa Angélica Argudo es la principal cuestionada. Entró a laborar al IESS como auxiliar de esterilización hace 35 años, y desde hace más de 20 es la secretaria del sindicato.
Pese a que su sueldo nominal es menor a 1.300 dólares mensuales, cuenta con un patrimonio de 746.662 dólares. Un monto que incluye 2 carros, incluyendo uno nuevo este año por 49.000 dólares, 2 terrenos, una casa y un departamento.
Parecida situación es la de Virgilio Aníbal Suárez, técnico de mantenimiento del IESS también desde 1989. Tiene un patrimonio de casi 300.000 dólares, pese a que su salario es igual al de Argudo.
Y el tercero en la lista es Oswaldo Calahorrano, conductor desde hace 35 años. Posee 185.831 dólares en bienes, con idéntico sueldo al de sus compañeros.
Los cargos no se harían esperar: testaferrismo, enriquecimiento ilícito, asociación ilícita y abuso de confianza.
Los tres dirigentes investigados no han presentado las declaraciones patrimoniales de 3 años, pese a que la ley los obliga a hacerlo.