El país sudamericano acumula ya más de una docena de tipos de cambio diferenciales para limitar el acceso a divisas
La moneda oficial de Argentina es el peso, pero la mirada está siempre puesta en el dólar estadounidense. Argentina debe cuidar las reservas del Banco Central, es decir, los fondos que tiene el país en moneda extranjera. Pero, además, el tipo de cambio se usa como termómetro para conocer la salud de la economía local y numerosas crisis han grabado en la memoria colectiva que cualquier depreciación brusca del peso es un síntoma de que las cosas no van bien y pueden ir en poco tiempo mucho peor.
El Gobierno de Alberto Fernández mantiene oficialmente la moneda local a un valor relativamente alto —un dólar se cambia este miércoles a 157 pesos—, pero ha puesto tantas trabas para comprar divisas estadounidenses a ese precio que lograrlo es casi una ilusión. La estrategia del equipo económico comandado por Sergio Massa es devaluar por sectores. Después de aprobar en septiembre un ‘dólar soja’ a 200 pesos que inyectó casi 5.000 dólares a las reservas y lanzar la semana pasada un ‘dólar tech’ que beneficia a la industria del conocimiento, este jueves comienzan a regir dos nuevos tipos de cambio diferenciales: los bautizados como ‘dólar Qatar’ y ‘dólar Coldplay’.
El primero de ellos, que toma su nombre de la sede del Mundial que se disputará a finales de noviembre, golpea el bolsillo de los argentinos que quieren irse de turismo fuera de Argentina. Aquellos que gasten más de 300 dólares mensuales con tarjeta de crédito y débito en el extranjero deberán pagar más impuestos de los que ya se aplicaban. El tipo de cambio para el dólar turista estaba en 257 pesos por dólar y ahora pasa a 314 pesos.
Con esta medida, el Gobierno busca desalentar los viajes y compras en el extranjero para reducir los más de 500 millones de dólares mensuales que pierde por la vía del turismo emisivo y achicar el déficit de la balanza de divisas. Según datos oficiales, en los primeros ocho meses de 2022, el turismo emisivo fue el sector de servicios que más dólares gastó, 4.911 millones. En cambio, el ingreso de divisas por turismo receptivo fue de tan sólo 282 millones en ese período.
Conciertos más caros
El ‘dólar Coldplay’, bautizado así por los diez conciertos que ofrecerá la banda británica en Argentina en las próximas semanas, encarece las contrataciones de artistas en el exterior con una cotización del dólar a 204 pesos. La decisión aumentará las entradas a espectáculos y festivales con bandas internacionales. Por ejemplo, el abono al Lollapalloza de 2023 más el cargo por servicio asciende a 280 dólares (57.500 pesos), un precio superior al de un salario mínimo (54.550 pesos).
Hasta la modificación anunciada, los organizadores de este tipo de eventos accedían a las divisas al valor oficial, aunque con un plazo de 180 días, lo que suponía ya cierta devaluación dada la depreciación leve pero constante del peso oficial y la inflación al alza en el país, que se acerca ya al 80% interanual.
Finalmente, el Gobierno ha anunciado también que los bienes de lujo adquiridos en el extranjero se pagarán a un dólar a 300 pesos por una percepción extra del 25% de bienes personales que se suma a otros impuestos como el PAIS y el 45% a cuenta de Ganancias. Avionetas, embarcaciones de uso recreativo, piedras preciosas, relojes de alta gama y máquinas tragamonedas son algunos de los artículos incluidos en los nuevos gravámenes. Con ellos el Gobierno busca reducir las importaciones de aquellos bienes que no son necesarios para la producción.
“Queremos cuidar las reservas. Cuidar los dólares para la inversión y no la fuga”, dijo a los medios el titular de la Seguridad Social argentina (AFIP), Carlos Castagneto. Con los nuevos anuncios, Argentina pasa a tener al menos 14 tipos diferenciales de cambio, cada uno de ellos atado a distintos impuestos y valores.
“Yo ya me perdí, no sé cuántos tipos de dólar hay”, dijo hoy el alcalde de Buenos Aires, el opositor Horacio Rodríguez Larreta, en una declaración que resume lo que piensan este miércoles muchos argentinos.
Rodríguez Larreta acusó al Gobierno de Fernández de improvisar y advirtió que “es imposible que alguien invierta en la Argentina si no sabés si tenés el dólar Coldplay o Qatar…”. “Creo que hay que tomar medidas rápido, mostrar hacia dónde vamos, trazar una visión a largo plazo”, agregó.
El equipo económico comandado por Sergio Massa busca inyectar el máximo oxígeno posible a la economía antes de las elecciones presidenciales del año que viene. Sin embargo, el diagnóstico no es optimista en un contexto internacional marcado por el estancamiento de la economía mundial y aumentos generalizados de precios. El Fondo Monetario Internacional prevé que el PIB argentino crezca un 2% en 2023, la mitad que este año, y que la inflación se mantenga alrededor del 60%, una de las más altas del mundo.
Fuente: El País
