La ubicación del ex vicepresidente Jorge Glas se ha vuelto un misterio.
Supuestamente está en la Embajada de México, en Quito, donde ingresó en calidad de “invitado”, a raíz que le negaran su prelibertad. La legación diplomática está rodeada de policías, pero de acuerdo a los tratados internacionales, los vehículos no pueden ser registrados.
La canciller de la República, Gabriela Sommerfeld, fue tajante: “no tengo la plena certeza” de que esté en la Embajada.
Lo que sí dejó en claro es que el gobierno de Daniel Noboa, no le facilitará el salvoconducto para que salga de Ecuador.
Glas fue condenado a 8 años de cárcel dentro del llamado Caso Sobornos, pero un juez le concedió de forma ilegal un recurso de Habeas Corpus, y le dio tiempo mientras planteaba su prelibertad.
Sin embargo, y en vista que no cumplió con las condiciones, una juez ordenó que regrese a prisión. Glas decidió entonces, el 17 de diciembre pasado, ocultarse en la embajada azteca, con el pretexto de un temor “de su seguridad y libertad personal”.
Cuatro días después, Glas pidió formalmente asilo, el cual todavía no recibe respuesta. México analiza enviar una delegación, para tratar el tema con los ministros que tienen la competencia sobre este caso.