El congestionamiento vehicular y el tiempo que ahora toman los nuevos trayectos fueron el argumento que dio el conductor de la línea 98, Ángel Tomalá, ante la gran cantidad de pasajeros que querían abordar su unidad cuando llegó al Terminal Terrestre a las 09:30 de ayer. Esa es una de las líneas de buses que ya no recorren la avenida de las Américas ante el paso exclusivo de la troncal II de la Metrovía, lo que ocurre desde el pasado domingo.
El transportista sostuvo que el problema es que los usuarios desconocen por dónde pasa el bus, que ahora se traslada por vías alternas como la av. Francisco de Orellana y la av. Guillermo Pareja.
“Este me llevaba a mi trabajo, voy a la 13 y Gómez Rendón. ¿Qué otro carro me puede llevar?”, cuestionó una usuaria enfurecida y que de todas maneras subió al vehículo pese a que su ruta tardaría más.
En total dejaron de pasar por la av. de las Américas unas 26 líneas de buses, según el jefe del Cuerpo de Vigilancia de la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE), Luis Lalama.
Pese a esto, la mañana de ayer se produjo un considerable embotellamiento en el tramo comprendido entre las avenidas Isidro Ayora y Juan Tanca Marengo. La caravana al menos alcanzó unos dos kilómetros.
Más de un conductor observó, mientras se hallaba estancado en el tránsito, cuando los articulados pasaban junto a él sin que pudiera hacer nada, como le sucedió a Sebastián Ortiz, quien tardó más de media hora desde la Terminal hasta el paso a desnivel del sector.
En ese sitio la Metrovía debía hacer una maniobra para pasar por una curva, lo que sumado a que se reducía el carril provocó el lento transitar en toda la avenida. Metros más adelante, pese a que ingresaban a la vía más vehículos desde la av. Juan Tanca Marengo, el tráfico empezaba a circular con fluidez a la altura del Archivo Histórico.
En ese punto, como en varios tramos, se observaron a miembros de la Policía Metropolitana con un chaleco anaranjado, en tareas de apoyo a la CTE y para evitar que haya enfrentamientos entre los conductores.
A la altura de la estación Aeropuerto un conductor, quien no se identificó, opinó que se deben sincronizar los semáforos, debido a que eso atrasaba el intenso paso vehicular.
A las 07:15, hubo a quienes el nuevo sistema los tomó de sorpresa y prefirieron seguir su camino a pie. Los hermanos Nicolás y Pamela Ponce subieron y bajaron nerviosos el paso peatonal de la parada Aviación Naval, ya que debían ir rápido a su colegio en La Garzota, pero solo portaban $ 0.15 para pagar el pasaje y en la boletería les indicaron que debían pedir una tarjeta para estudiantes, en una estación principal.
Ronny Ramírez hizo lo mismo. Él en cambio se debió trasladar entre La Atarazana y la vía a Daule, pero las líneas que lo llevaban ahora se desvían, y tuvo que alcanzar una unidad en la av. Juan Tanca Marengo.
Lidzet Medina, usuaria de un articulado, contó que la mayoría de pasajeros se bajaron en el centro y que pocos llegaron al norte, como en su caso.
Más temprano, a las 06:40, Ítalo Intriago y Rocío Pérez tenían unos cinco minutos en espera de un alimentador que pase por la av. Guillermo Pareja, ya que la línea 141 dejó de pasar frente al Estadio Alberto Spencer, donde debían quedarse. Finalmente llegó la unidad, a la que siguieron cuatro en el siguiente cuarto de hora.
Intriago se sorprendió al ver una decena de líneas que hasta ayer no circulaban por ahí.
El presidente de la Fundación Metrovía, Federico von Buchwald, afirmó que la poca demanda del servicio en su primer día laborable de funcionamiento se debió a que todavía hay confusión. “A medida que las personas se van familiarizando con el sistema, se van incorporando, eso es normal”, indicó y agregó que eso ocurrió con las troncales anteriores.
En tanto, sostuvo, que el nuevo sistema funcionó sin mayor inconveniente incluyendo a las líneas de buses alimentadores.
Con respecto a la av. de las Américas, indicó que el problema es la cantidad de vehículos que vienen por la av. de las Américas, desde la Puntilla.