Los beneficios de la vacuna desarrollada por la Universidad de Oxford y la farmacéutica AstraZeneca para combatir el Covid-19 superan sus riesgos. Así lo declaró este miércoles en rueda de prensa la doctora Jane Raine, directora Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios (MHRA) del Reino Unido, solo unos minutos después de que la Agencia Europea del Medicamento (EMA) confirmara «un posible vínculo» de la vacuna con una serie de casos raros de trombosis reportados en personas que recibieron la inmunización.
Raine reconoció que existe una «gran posibilidad» de que la vacuna cause efectos secundarios de coagulación de sangre «extremadamente raros», pero matizó que «ninguna vacuna o medicamento eficaz está exento de riesgos» y que «los ensayos clínicos permiten encontrar efectos secundarios comunes», mientras que «los efectos secundarios raros solo se hacen evidentes cuando se vacuna a un gran número de personas».
Hasta el momento, más de 20 millones de personas han recibido la vacuna de AstraZeneca en el Reino Unido, 19 de las cuales fallecieron por trombos de entre 79 casos detectados hasta el 31 de marzo, por lo que es una consecuencia «extremadamente rara», consideró Raine, que detalló que el riesgo, considerando esas cifras, es de 4 personas por cada millón.
«El balance entre los beneficios y los riesgos conocidos de la vacuna sigue siendo muy favorable para la mayoría de las personas», afirmó la doctora. Sin embargo, a partir de los datos estudiados, el organismo recomendó al Gobierno un cambio en su campaña de vacunación, para que a los adultos menores de 30 años se les inyecte, cuando sea posible, una vacuna alternativa en lugar de la de AstraZeneca. En todo caso, aún no ha empezado la vacunación general de ese grupo de edad, salvo las excepciones en quienes padecen otras condiciones que requerían una vacunación temprana, y el regulador fue claro en que no recomiendan la suspensión de uso de la vacuna en ningún otro grupo de edad.
El profesor Munir Pirmohamed, presidente de la Comisión de Medicina Humana en Reino Unido, declaró por su parte que las mujeres embarazadas deben discutir los riesgos con su médico, y que quienes tengan antecedentes de trastornos sanguíneos solo deben usar esta vacuna una vez que se evalúe si en su caso los beneficios superan los riesgos. «Cualquier persona que tenga episodios de coagulación» tras la primera dosis «no debe ponerse la segunda», afirmó Pirmohamed, que señaló que la gente tiene «un riesgo mucho mayor de desarrollar coágulos si enferman de Covid-19».
El subdirector médico de Inglaterra, el profesor Jonathan Van-Tam, explicó que «en un escenario de baja exposición, donde las tasas de Covid-19 son más bajas que las tasas actuales en el Reino Unido, para las personas de 20 a 29 años el riesgo-beneficio está relativamente bien equilibrado», pero en los grupos de mayor edad, las cifras están «abrumadoramente a favor» de la vacuna. Y en caso de riesgo de exposición alto, comparable a la segunda ola, asegura que incluso en el grupo de edad de 20 a 29 años los beneficios potenciales «en términos de evitar las admisiones en cuidados intensivos son mucho más altos» que los posibles daños graves causados por la vacuna.