Lo dijo antes y lo ratifica: la reforma tributaria planteada por el presidente Daniel Noboa, no solucionará los graves problemas económicos que vive el país.
Consultado por “Punto de Orden”, el ex ministro de Economía, Mauricio Pozo, advirtió que la propuesta no cumple el objetivo fundamental, pues generará muy pocos recursos, y además no serán inmediatos.
A su criterio, lo que debió hacer Noboa es atacar los temas macro. Por ejemplo, eliminar los subsidios a los combustibles, una medida que significaría para el Estado 3.000 millones de dólares, que prácticamente comenzarían a entrar de inmediato.
Pozo reconoce que no es una decisión fácil. Pero si el presidente descarta acciones por defender su popularidad, no solucionará los problemas del país.
Atacar causas
Para el ex secretario de Estado, el Ejecutivo debe identificar las verdaderas causas de la crisis fiscal, mucho más importantes que una reforma tributaria. Entre ellas citó aranceles demasiado altos, que encarecen las importaciones, y una ley laboral caduca y obsoleta, que data de 1938, y que bloquea la contratación.
Además, hay una política errada del salario básico, que no se compadece con principios técnicos. El problema del Ecuador no es el salario, sino la falta de trabajo, acotó.
Tanto así, dijo, que el Fondo Monetario Internacional y otros organismos de crédito quieren ayudar a nuestro país, pero se decepcionan ante la falta de un real plan económico, y un presidente más pendiente de no afectar su deseo de reelegirse en el 2025.
Reforma sin eficiencia
Al analizar la reforma planteada por Noboa, el ex ministro expresó su desacuerdo con reducir el IVA solo para la construcción, ya que un impuesto diferenciado genera distorsión y protestas.
Por ejemplo, los campesinos pueden alegar –y con toda la razón- que ellos generan más empleos y aportan más dinero al Producto Interno Bruto que la construcción, y por tanto también merecen una reducción del IVA, lo cual sería justo.
Otro aspecto que rechaza es el de las amnistías tributarias. Cuando son esporádicas tienen valor, pero si son recurrentes se convierten en un incentivo para no pagar a tiempo.
Asimismo, la retención del 2-3% del Impuesto a la Renta no influirá en la recaudación fiscal total. Simplemente la vuelve homogénea.
