En el feriado del 2011 se inyectaron a la economía nacional $ 70,1 millones. El Gobierno aún levanta la información del 2022.
Mal. Así le fue al sector turístico de Esmeraldas en el feriado de noviembre por el Día de los Difuntos e independencia de Cuenca, entre el 3 y 6 de noviembre.
Según Jorge Benítez, presidente de la Cámara de Turismo de Esmeraldas, en esa ciudad hubo una nula ocupación y en Atacames, de apenas el 5 %.
“Realmente los acontecimientos anteriores nos perjudicaron notablemente”, dijo Benítez.
Esa ciudad ha sido escenario de hechos de inseguridad que han ahuyentado la presencia de turistas y ha causado zozobra entre su población.
En Santa Elena el feriado fue bastante bajo ya que no superó el 50 % en el sector hotelero, y el mismo porcentaje en el sector gastronómico, indicó Carlos Abad, de la Cámara de Turismo. A su criterio, la inseguridad fue un factor determinante.
Incluso hubo pérdidas económicas en el sector gastronómico debido a que los productos son perecibles, y en otros casos, se llamó a personal extra, a los que se tuvo que pagar a pesar de que la demanda de visitantes motivó que se no los haga laborar.
En Manta, en algunos hospedajes, hubo asistencia masiva, aunque no tanta demanda como en años anteriores.
Magdalena Zambrano, empresaria turística y gerenta de un establecimiento hotelero, comentó que el feriado tuvo la tónica de un perfil de turistas que buscaban seguridad en los alojamientos con parqueos incorporados y en zonas donde no estar expuestos a espacios peligrosos.
En la ciudad de Manta hubo alrededor del 80 % de turistas y algunos hoteles se quedaron con habitaciones sin ocupar o vendidas a tarifas más reducidas que en años anteriores.
En el caso de Quito, Raúl García, presidente de la Cámara de Turismo de Pichincha, señaló que se vio como que la gente no salió y si lo hizo fue por el día y a parroquias cercanas y más a visitar familias. En 2021, las ventas estimadas en la capital fueron de $ 792.000, señaló un comunicado del Municipio de Quito.
De los terminales terrestres de Quitumbe, al sur, y Carcelén, al norte, se desplazaron por el feriado de noviembre del 2022, unas 120.000 personas aunque la estimación era 130.000 usuarios.
En Guayaquil, la ocupación osciló entre el 15 % al 20 %, indicó Holbach Muñeton, presidente de la Federación Nacional de Cámaras de Turismo del Ecuador (Fenacaptur), quien la calificó de muy baja, y los restaurantes así como los bares -por el toque de queda-, que se inicia a las 21:00 no han vendido.
En General Villamil Playas hubo el 20 % de ocupación, en Santo Domingo de los Tsáchilas el 15 %, mientras que Baños en Tungurahua hubo el 100 %, estimó el dirigente.
En Cuenca, en Azuay, hubo el 93 % de ocupación en los hoteles, tomando como referencia datos de la Fundación Municipal Turismo para Cuenca. Hubo más de 97.000 visitas. Hubo una generación económica de $ 37,8 millones.
“Es parte fundamental del éxito la seguridad. Sin seguridad no hay éxito, no hay turismo. No hay tranquilidad”, dijo Muñeton.
El Gobierno aún analiza las cifras por el feriado 2022. En el feriado de noviembre del 2021, los turistas realizaron alrededor de 1,2 millones de viajes y se inyectaron a la economía nacional $ 70,1 millones, por concepto de gasto turístico, indicó esa secretaría de Estado, como datos preliminares.