El Parlamento de Madagascar aprobó una polémica reforma penal, que permite castrar a los delincuentes sexuales que actúen contra menores.
Con esta norma, los ciudadanos condenados por abusos sexuales a niños serán castrados, de forma química o quirúrgica, muy aparte de la sentencia que deban cumplir en prisión.
La reforma ya fue ratificada por el senado del país, y ahora resta que reciba el visto bueno del Tribunal Constitucional Supremo, y luego del presidente Andry Rajoelina.
La nueva legislación establece penas diferenciadas en función de la edad de la víctima. Si son niños menores de 10 años, el condenado enfrentará la castración quirúrgica, un procedimiento irreversible que elimina los órganos reproductores.
Por otro lado, violar pequeños de entre 10 y 13 años, permitirá al sentenciado elegir entre la castración química o quirúrgica. Para las víctimas entre 14 y 17 años, se impone la castración química, la cual suprime la producción de testosterona y, por ende, reduce la libido y la capacidad de erección.
La propuesta nació ante el incremento alarmante de casos de pedofilia en el país, con 600 casos reportados en el 2023, y 133 solo en enero de este año.
Sin embargo, la ley recibió críticas de organizaciones de derechos humanos a nivel mundial. Amnistía Internacional ha condenado estos castigos como “inhumanos y degradantes”.
Los defensores de la castración restaron importancia a los cuestionamientos, pues consideran que mucho más importante es el derecho de los niños que el de los violadores.
