El secretario de la Vicepresidencia, René Zúñiga, negó de forma tajante la existencia de “diezmos” en la institución.
El caso estalló cuando Sebastián Barreiro, hijo de la vicepresidenta Verónica Abad, fue detenido la semana pasada en Cuenca, acusado de tráfico de influencias y de exigir parte de los salarios de los empleados, a cambio de mantenerlos en sus cargos.
Barreiro está recluido en “La Roca”, la cárcel de máxima seguridad del país, dentro del llamado “Caso Nene”.
Zúñiga descartó estos supuestos “diezmos”, o cualquier otro tipo de presión a los trabajadores, como señalan algunos denunciantes. Dijo que esa práctica no existe en la dependencia.
Sin embargo, dejó en manos de las autoridades la investigación, y afirmó que la Vicepresidencia, aunque no forma parte directa del proceso, cooperará con la Fiscalía.
El funcionario estimó que lo más aconsejable, sería que el gobierno permita el regreso de la vicepresidenta Verónica Abad, y que le conceda una licencia por el tiempo necesario, de modo que pueda colaborar con la defensa legal de su hijo.
