Una denuncia por mala práctica médica en el hospital del IESS “José Carrasco”, de Cuenca, reveló graves irregularidades que involucran a dirigentes sindicales y ciertos médicos.
Todo comenzó cuando una menor fue ingresada por una fractura en su pierna izquierda, que requería cirugía. Sin embargo, los médicos intervinieron su otra pierna, que estaba sana.
Por si fuera poco, a otra adolescente le detectaron un supuesto tumor en sus ovarios, por lo cual se requería una operación. Durante la misma se estableció que el diagnóstico estaba equivocado, y que nunca existió el mencionado tumor.
Estos errores llevaron a que 5 asambleístas de Azuay convocaran a 3 representantes del IESS: el director provincial, Esteban Villa; al gerente del hospital, Héctor Martínez; y a la secretaria del Sindicato de Trabajadores del IESS; Rosa Argudo. También participó la exgerente del hospital, Soraya Puertas, en calidad de denunciante.
La investigación de los legisladores estableció no solo los “errores” médicos, sino una serie de irregularidades.
Argudo, por ejemplo, reconoció que tiene a muchos de sus familiares trabajando en la institución, pero se negó a responder otras preguntas de la comisión, alegando que solo lo haría por escrito.
En tono desafiante, no quiso tratar temas que la involucran en un posible tráfico de influencias.
La investigación estableció contratos con una empresa que ofrece el servicio de máquinas expendedoras de alimentos, y un bar que fue instalado frente a la puerta de Emergencias del hospital. En ambos casos, se desconoce quiénes son los beneficiarios de los negocios. Una de las favorecidas sería, precisamente, una hija de Argudo.
Por su parte, Martínez precisó que su labor es estrictamente médica, aunque aceptó que no hay director técnico en el hospital.
