La situación legal de Wilman Terán, es contradictoria.
El expresidente del Consejo de la Judicatura está señalado como cabecilla de una red de corrupción, integrada por jueces, funcionarios judiciales y policías, que cobraba enormes sumas por conceder fallos favorables a cabecillas de bandas criminales, incluyendo el fallecido narcotraficante Leandro Norero.
Por un lado, dos juezas de la Corte Nacional aceptaron su cambio de prisión, de “La Roca”, de Guayaquil, a la Cárcel 4, de Quito. Además, le concedieron un mínimo de 8 horas diarias de internet, y visitas ilimitadas de sus abogados, pues consideraron que sufrió trato degradante.
Pero por otro, el testimonio de un exjuez lo enloda aún más en el llamado “Caso Metástasis”, que investiga precisamente los actos de corrupción.
Joffre Rivera, exjuez de Chone y detenido por esta causa, señaló en su testimonio la forma en que emisarios de Terán, cobraban 40.000 a dólares a ciertos magistrados para desvanecer sumarios.
Agregó que él mismo fue extorsionado por personas cercanas al cabecilla de la red, para que emita ciertos fallos. A cambio, se comprometían a borrar un expediente disciplinario en su contra.
Rivera es uno de los implicados en “Metástasis”, que rindió su testimonio anticipado. Se acogió al procedimiento abreviado, a cambio de confesar su participación en el delito, y delatar las irregularidades.
En su relato, el exjuez relató la forma en que conoció a Lenin Vimos, después señalado como cabecilla de la estructura de corrupción del “Caso Plaga”, y también procesado por delincuencia organizada. Era, en resumen, el abogado de “Los Lobos”.
Desde entonces hizo “negocios” con dicho jurista, que lo contactaba cuando requería liberar a sus clientes, a cambio de fuertes pagos.
Lo irónico es que los propios funcionarios que lo metieron al “negocio”, después lo extorsionaron para borrar el expediente en su contra, iniciado precisamente por excarcelar a delincuentes.
Rivera dejó en claro que toda esta red de corrupción era liderada por Terán.
De ser hallado culpable, Terán podría recibir hasta 30 años de prisión.