Esther Cuesta, exlegisladora de la Revolución Ciudadana, e implicada en la red de corrupción del denominado “Caso Ligados”, siguió el ejemplo de sus coidearios, y puso distancia con la justicia ecuatoriana.
Cuesta debía presentarse ante la Corte Nacional de Justicia (CNJ), como parte de una medida sustitutiva a la prisión preventiva.
- LEER TAMBIÉN: Asamblea declara «improcedente» pedido de Corte Nacional sobre exlegisladora Esther Cuesta
- LEER TAMBIÉN: Jueza dicta medidas cautelares para nuevos implicados en “Caso Ligados”
En Italia

Sin embargo, la exasambleísta del correísmo, que apenas terminó su periodo -14 de mayo- se radicó en Italia, declaró por escrito que tiene problemas de salud, y por ende no puede viajar a Ecuador para su presentación.
En su argumento, señala que su salud “está seriamente quebrantada”, y por tanto “es imposible” viajar a Quito. Específicamente, según su doctora, sufre de una “afección respiratoria agravada por disfunciones en la articulación temporomandibular”.
Cuesta siguió el ejemplo de Augusto Verduga, exvocal del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS), quien fugó del país apenas estalló el escándalo, provocado precisamente por los chats hallados en sus teléfonos celulares.
La exlegisladora hizo otro tanto, y de inmediato se trasladó a Italia para ponerse a buen recaudo.
Otros sí se presentaron
Dentro de esta misma causa, el excandidato correísta, Andrés Arauz, y el exsuperintendente de Bancos, Raúl González, también parte de la red de la “Liga Azul”, sí cumplieron con sus presentaciones.
Verduga, en cambio, busca que le fijen fianza. El tema será resuelto el 26 de junio.