El ministro de Gobierno, Francisco Jiménez, reconoció que ‘desempolvarán’ la iniciativa, por los conflictos que enfrenta la Asamblea Nacional.
El Gobierno nacional quiere ‘desempolvar’ su iniciativa de consulta popular y dirigir las preguntas con un enfoque en materia de seguridad ciudadana, para que sea puesta en debate de la ciudadanía en 2022, año en el que se organizan las elecciones seccionales y de los vocales del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS) de febrero del 2023.
El ministro de Gobierno, Francisco Jiménez, reveló que apenas el presidente de la República, Guillermo Lasso, retorne de su viaje a los Estados Unidos para participar en la Cumbre de las Américas, empezarán los diálogos en lo interno para materializar su propuesta, que estuvo sobre el debate varias ocasiones sin éxito.
“Es algo sobre lo que debemos tener una conversación definitiva con el presidente a su regreso de la Cumbre. La razón por la que estaba en stand by era porque estábamos avanzando bien con la Asamblea Nacional. Consulta popular y Asamblea son dos cosas que están concatenadas, porque en la medida que podíamos avanzar mejor con la Asamblea no era tan necesaria, pero resulta que la Asamblea está empantanada en una serie de dimes y diretes (…) Nos toca desempolvar la consulta popular”, expresó Jiménez, este 7 de junio en una entrevista en radio Democracia.
En el primer año de gestión de Lasso, la consulta popular era vista como una alternativa para poner en vigencia proyectos de ley económicos para generar empleo y que no fueron aprobados en la Legislatura, como el proyecto de Ley de Atracción de Inversiones.
No obstante, en el Palacio de Carondelet se analiza dar un nuevo enfoque para ejecutar este plan. En un inicio se planteaba que giraría alrededor de tres ejes: economía, seguridad ciudadana e institucionalidad. En el futuro, se estima concentrarla solo en materia de seguridad.
“Hoy lo que se discute es enfocarla en los aspectos que más les importan a los ecuatorianos, que es la seguridad. (Discutir) si vale hacer una consulta multisectorial o únicamente enfocada en temas de seguridad que preocupan a la ciudadanía y la impulsaremos en las próximas semanas. La consulta será este año, eso es lo que buscamos”, afirmó Jiménez en el diálogo radial.
Para el analista político Simón Pachano, este propósito es un “absurdo”, pues la popularidad del primer mandatario Lasso estaría a la baja. Para ejemplificar, la firma Click Report difundió un sondeo el 20 de mayo, con una base de 760 consultados en Quito y Guayaquil en la que un 71,18 % de los consultados calificó de mala la gestión y apenas un 28,82 % la consideró “buena”.
“En la experiencia ecuatoriana las consultas no se definen por los temas que se tratan, sino por quién las convoca, por la popularidad, el grado de aceptación que tiene quien las convoca. En este caso, el presidente está con muy baja aceptación ciudadana y la consulta va a ser negativa. No tiene sentido, no es el momento de hacerla”, enfatizó Pachano.
Lamentó que en el régimen se haya perdido el tiempo, pues los conflictos con el Parlamento no son recientes y no hubo espacio para el diálogo. “Es un error que un gobierno tan débil quiera hacer una consulta. Otra cosa sería si decide hacer la muerte cruzada, gobernar por decreto, mejorar la situación económica y social de las personas y ahí hacer la consulta, ello sería diferente”, añadió.
Esteban Ron, analista político, recordó que esta sería la tercera vez que se anuncia la consulta popular lo que ha hecho que “pierda fuerza y no se crea en el mecanismo”.
A su criterio, “no hay material para consultarse”, porque lo que se mencionaba al inicio era quitarle las atribuciones al Consejo de Participación Ciudadana, que no podría hacerse por consulta popular.
Entonces, “qué consulta en economía; ahí no hay nada que preguntar porque eso es política fiscal, aunque podría proponer el proyecto de Ley de Inversiones. En cuanto a seguridad al ser una competencia exclusiva del Ejecutivo, tampoco hay materia sobre qué consultar, salvo que se consulten reformas al Código Orgánico Integral Penal generando nuevos tipos penales y entonces se transformaría en un tema de populismo penal”, opinó.
El legislador de Pachakutik (PK) Salvador Quishpe desafió al Gobierno a que si va a hacer la consulta proponga el proyecto de Ley de Inversiones “íntegro y no presenten nuevos textos”.
En materia de seguridad, Quishpe coincidió también sobre la duda de qué se va a preguntar, pues la Legislatura está debatiendo el articulado sobre el uso legítimo de la fuerza y habrá otros cuerpos legales que se podrán ajustar.
Paralelo a la consulta popular, el país está frente a un proceso electoral para elegir autoridades de gobiernos locales y los vocales del CPCCS, que podría convertirse en un ‘arrastre de candidatos’ y al contrario fortalecer fuerzas políticas de oposición al régimen.
Simón Pachano cree que en esa consulta “la mayor parte de partidos y movimientos van a amontarse sobre eso y decir: ‘vamos a capitalizar el no a un gobierno. Eso será como triunfo de ellos para su proceso electoral”.
Para Ron, si bien los plebiscitos se hacen cuando hay un proceso electoral para abaratar costos, en elecciones seccionales puede generarse un impulso político a los candidatos del proponente, en este caso del Gobierno.
“Si la consulta es retórica y populista se podría observar que sería parte de empujar a sus candidatos, lo que sería un arrastre electoral. Más que nada en una elección seccional porque hay tantas candidaturas, por lo que una consulta oficialista podría ser capitalizada por sus candidatos”, añadió.
Fuente: El Universo
