Pocas, poquísimas canciones representan tanto al Ecuador como “Vasija de Barro”. Y este tema, tan difundido a nivel mundial, pronto cumplirá 74 años de creación.
La canción fue el resultado de varios aportes, totalmente espontáneos. Se convirtió en la suma de muchas ideas, y cada año es aún más hermosa.
A nivel musical, “Vasija de Barro” se define como una con tono de “Danzante”, Su letra hace referencia a los rituales mortuorios ancestrales del país, como símbolo del deseo de volver a la Madre Tierra.
¿Cómo nació?
El tema vio la luz en el año 1950 de forma casual, gracias a la colaboración de los poetas Jorge Carrera Andrade, Jorge Enrique Adoum y Hugo Alemán, y el pintor Jaime Valencia. La melodía fue creada por Gonzalo Benítez. Y aunque no aportó directamente a la escritura, el pintor Oswaldo Guayasamín fue su inspiración.
Cuenta la leyenda que el 7 de noviembre del citado año, en la casa de Guayasamín, en el centro de Quito, hubo una velada entre amigos. Frecuentaban al artista otros grandes exponentes de la época, entre pintores y músicos de renombre.
Durante la reunión, Jorge Carrera Andrade quedó asombrado ante la pintura titulada “El origen”, creada hace poco por su amigo. El cuadro representaba el ritual funerario de los incas, en que enterraban a sus muertos en vasijas de barro.
En la pintura se ve el esqueleto de un niño, que a la vez es una flor, dentro de una vasija de barro y del vientre de una madre, y nuevamente otra vasija de barro que la contiene.
La inspiración
Carrera se dirigió entonces a la biblioteca de la casa. y tomó al azar un ejemplar de “Por el camino de Swann”, primera parte de la obra “En busca del tiempo perdido”, de Marcel Proust.
El poeta se valió de la contratapa del libro, y escribió la que sería la primera estrofa de la canción.
Las demás personas presentes decidieron participar con sus propias estrofas, siguiendo el tono. El resto del tema fue escrito por Hugo Alemán, Jaime Valencia y Jorge Enrique Adoum. A este último corresponden los versos: “De ti nací y a ti vuelvo / arcilla vaso de barro”.
Cuando falleció, en el 2009, a los 83 años, Adoum fue enterrado junto a su entrañable amigo Guayasamín en una vasija de barro, como lo había expresado en su última voluntad.
La letra
Yo quiero que a mí me entierren
como a mis antepasados,
en el vientre oscuro y fresco
de una vasija de barro.
(Escrito por Jorge Carrera)
Cuando la vida se pierda
tras una cortina de años
vivirán a flor de tiempo
amores y desengaños.
(Colaboración de Hugo Alemán)
Arcilla cocida y dura
alma de verdes collados,
barro y sangre de mis hombres
Sol de mis antepasados.
(Escrito por Jaime Valencia)
De ti nací y a ti vuelvo
arcilla, vaso de barro,
con mi muerte yazgo en ti
de tu polvo apasionado.
(Aporte de Jorge Adoum)
La música
Gonzalo Benítez se quedó con el libro, y escribió la música en “Danzante”, pues consideró que un ritmo originario era lo más apropiado a tan bellas estrofas.
Días después sería grabado el tema. El dueño de la disquera, Don Gustavo Muller, creyó que no tendría buena acogida. Pero ocurrió todo lo contrario. La versión inicial se agotó en pocos días, y tuvo que encargar una nueva remesa, que también se vendió con rapidez.
Y aunque algunas versiones variaron ciertos pequeños tramos, “Vasija de Barro” se mantiene como una de las mayores creaciones de la música autóctona ecuatoriana.
