También ordenó el pago del justo precio de los bienes que fueron incautados y que no pueden ser restituidos por haber desaparecido, ser negocios en liquidación, empresas liquidadas o haber sido objeto de traspaso de dominio a terceros de buena fe; y una indemnización por los daños materiales e inmateriales.
Esta sentencia ya está en firme, ya que el tribunal de alzada no dio paso a los recursos de aclaración y ampliación interpuestos por la Procuraduría General del Estado, el Banco Central del Ecuador, la Secretaría Técnica de Gestión Inmobiliaria del Sector Público (Inmobiliar), el Ministerio de Agricultura y la Unidad de Gestión y Regularización de la Presidencia.
La audiencia para que Noboa Carrión comparezca ante el Tribunal Distrital de lo Contencioso para reconocer su firma en el desistimiento de la demanda de los $ 2.0000 millones se fijó para este miércoles, 28 de septiembre, a las 11:00.
Las incautaciones de la AGD se dieron en julio del 2008 para cubrir un “hueco patrimonial” en Filanbanco de más de $ 660 millones, según una auditoría de la firma Deloitte. Los Isaías siempre negaron la existencia de alguna deuda.
Reportes periodísticos de la fecha señalaron que se habían incautado casi 200 bienes, entre empresas agrícolas, petroleras, medios de comunicación y otros.
