La XXIV Cumbre Iberoamericana comenzó ayer en la ciudad mexicana de Veracruz con un firme llamado a la unidad de los países que componen esta comunidad de naciones, a pesar de las destacadas ausencias de mandatarios iberoamericanos.
Bajo el lema “Educación, Cultura e Innovación”, los mandatarios de América Latina, España y Portugal abrieron su última cita anual, la primera en la que participa como jefe de Estado de España el rey Felipe VI.
El monarca subrayó la necesidad de que Iberoamérica actúe con “inteligencia” y “pragmatismo”.
Faltaron los mandatarios de Argentina, Bolivia, Brasil, Cuba, Nicaragua y Venezuela. En el último momento fue baja el salvadoreño Salvador Sánchez por una “descompensación”.
El mandatario mexicano, Enrique Peña Nieto, anfitrión de esta cumbre en un momento difícil y doloroso para su país por el caso de los estudiantes desaparecidos en Iguala, expresó su confianza en que la reunión arroje “resultados tangibles” que permitan avanzar por el camino del desarrollo.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, llamó a impulsar el talento humano, la ciencia, la tecnología y la innovación como base para el desarrollo. “Ecuador propone la construcción de una economía social del conocimiento”, afirmó y aseguró que en su país ha impulsado una “política agresiva” para promover la ciencia, tecnología e innovación, convencido de su “poder transformador”.
El paraguayo Horacio Cartes elogió a Ecuador por su Ciudad del Conocimiento o Yachay y lo puso como ejemplo de educación innovadora.
Día de la Lealtad
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, no asistió a la cumbre, pues coincide con la celebración del Día de la Lealtad de los chavistas en conmemoración de los dos años de la última aparición pública de su predecesor, el fallecido Hugo Chávez. Ayer, el mandatario convocó también a una “gran movilización” en Caracas, por los 15 años de la Constitución bolivariana. Será el lunes.