El Seguro Social alista una serie de cambios y mejoras, con miras a garantizar los servicios que brinda a sus afiliados y jubilados.
Consultado por “Punto de Orden”, el presidente del directorio, Eduardo Peña, explicó que las actuales condiciones de la institución ya son difíciles, pero se volverán críticas en un futuro cercano, a menos que se tomen medidas drásticas.
Como ejemplo citó el caso de las pensiones jubilares. Antes, cuando la edad de retiro era 65 años y la expectativa media de vida 71, el IESS cubría, por tanto, un promedio de 6 años de pensiones. Ahora, con una expectativa de vida de 83 años en promedio, esas pensiones suman 18 años.
Adicionalmente, antes había en el país un promedio de 4 o 5 hijos por pareja, y ahora solo 2,1. Es decir, menos trabajadores formales, y por ende menos aportes a la entidad.
A esto hay que sumar que los jubilados, durante su época como trabajadores, aportaban 12 veces al año, pero reciben 14 pensiones, debido a los décimos.
Por tanto, Peña subrayó la necesidad de revisar esas aportaciones y pensiones, así como los montos que se calculan para la jubilación, que actualmente son de los 5 mejores años.
Desfase financiero
Uno de los temas donde más se trabaja, es en la mejora de la administración financiera del IESS. Por ejemplo, en la atención médica, pues de acuerdo a la ley, la entidad cubre no solo a los aportantes, sino a sus familiares directos.
Otro grupo que genera déficit es el Seguro Campesino, que con un aporte mínimo accede a toda clase de servicios. En este caso, se han detectado muchos ciudadanos que no trabajan en el agro, sino que se afiliaron como tales para pagar menos.
Todo esto generó una carga pesada, pues se pasó de 2 millones de eventuales pacientes médicos a más de 3,2 millones, lo cual obligó a recurrir a prestadores externos. Sin embargo, a la larga se detectaron irregularidades, con abusos, cobro de citas no realizadas y hasta contratación clandestina de los propios empleados del IESS, todo lo cual ya está en manos de la Fiscalía.
Esto sin mencionar el fuerte egreso que significan tales operadores, y la deuda que tiene el Seguro Social con ellos. Parte de la misma se cancelará en bonos o en bienes, debido a la escasez de dinero.
En cuanto a medicinas, hoy los hospitales de la institución mantienen un abastecimiento mínimo de entre el 70 y el 80%, con una base siempre cubierta en los 100 productos de mayor demanda.
Recorte burocrático
El titular del IESS reconoció que es difícil combatir la corrupción y la carga burocrática, tomando en cuenta que hay 34.000 funcionarios en todo el país. Una cifra demasiado alta, y que en muchos casos corresponde a cuotas políticas.
Como ejemplo mencionó el hospital “Carlos Andrade Marín”, de Quito, que tiene 3.900 empleados.
A nivel nacional ya se eliminaron 830 contratos ocasionales, que no tenían incidencia a nivel de atención, pero faltan muchos más.
En marcha plan “Sub24”
Eduardo Peña destacó como uno de los proyectos de su administración, el llamado “plan Sub24”. Consiste en la afiliación voluntaria de jóvenes de entre 15 y 24 años de edad, en su mayoría emprendedores, con un pago de 50 dólares mensuales.
El objetivo es que, al cabo de 3 años, estos afiliados puedan acceder a créditos hipotecarios con tasas preferenciales del 6%, a 30 años plazo.
Finalmente, precisó que uno de los grandes objetivos del IESS es aumentar su cifra de trasplantes médicos, en especial de riñones, pues no solo mejorarán la calidad de vida de afiliados y jubilados, sino que significará un cuantioso ahorro, al ya no ser necesarios los tratamientos de diálisis.
