El Tratado de Libre Comercio (TLC), firmado entre Ecuador y Corea del Sur, no entraría en vigor el 1 de enero del 2025, como estaba previsto.
La causa es la lentitud en los respectivos procesos de validación y ratificación.
El objetivo es que, a inicios del próximo año, Corea abriera su mercado al 98% de la oferta exportable ecuatoriana, algo que no se cumpliría.
El TLC fue firmado hace casi 10 meses, y establece la necesidad de ratificaciones parlamentarias de ambas partes, que ya se dieron, y a ciertos pasos de validación. Hasta entonces todo se realizó a gran velocidad, con 3 rondas de negociaciones en menos de un año.
Daniel Legarda, exministro de Producción, y uno de los impulsores del acuerdo comercial, el gobierno coreano todavía no culmina la revisión legal. Solo cuando la culmine y envíe el visto bueno, restaría del lado ecuatoriano que la Corte Constitucional, a su vez, apruebe el TLC.
El retraso se ha vuelto mayor, debido a que Ecuador no tiene actualmente embajador en Corea del Sur.
El TLC genera enorme expectativa en el sector agroindustrial ecuatoriano, pues permitiría reducir a cero, o a niveles ínfimos, los actuales aranceles para ciertos productos, que pagan en la actualidad entre el 20 y 30%.
Las cifras revelan que más de 100 empresas ecuatorianas proveen al mercado surcoreano, especialmente en artículos como camarón, minerales y metales, banano, café, productos de pesca y crustáceos. Todos ellos concentran el 97% de las exportaciones no petroleras a ese país.
En tanto, en cuanto a importaciones, el objetivo es principalmente el mercado automotor, pues vehículos surcoreanos de gran calidad entrarían a precios mucho más accesibles, gracias a la eliminación gradual de los aranceles.
