El juicio político contra la ministra del Interior, Mónica Palencia, quedó atrás. El correísmo, promotor de la causa, no reunió los votos necesarios, y por tanto no hubo censura y destitución.
Sin embargo, para el equipo de Palencia, la interpelación nació con vicios legales, que debieron frenarla.
No debieron unificarse acusaciones
Consultado por “Punto de Orden”, Carlos Espinosa, asesor del Ministerio, explicó que fue un grave error aceptar la unificación de las 2 causas planteadas contra Palencia, porque se trataba de temas diferentes.
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Espinosa recordó que, inicialmente, la ministra fue cuestionada por supuesto incumplimiento de funciones, en referencia al “Plan Fénix” de seguridad, y por la incursión policial a la embajada de México, donde fue arrestado el exvicepresidente Jorge Glas.
El asesor hizo notar que esta última causal, finalmente fue ignorada por el propio correísmo, al darse cuenta que era legal la detención de un prófugo de la justicia. Y más aún durante un Estado de Excepción, y en medio de un conflicto armado interno.
Corte Constitucional lanzó advertencia
También advirtió que la Corte Constitucional, durante el juicio político al entonces presidente Guillermo Lasso, llamó la atención a la Asamblea sobre posibles extralimitaciones en su capacidad de fiscalización, e incluso mencionando consecuencias de seguir así.
Dentro de lo que fue el juicio, lamentó que el interpelante correísta, Leonardo Berrezueta, pretendiera llevar la situación a niveles desconocidos, al punto que dijo que “no llegaron sus testigos. Es decir, una falta completa de seriedad.
Para Espinosa, ciertos legisladores creen que tienen la facultad de alegar “cualquier cosa”.
En todo caso, el Parlamento puede decir que cumplió su cometido, de tener a la ministra rindiendo cuentas, pese a que ni siquiera tenía un año en funciones.