Ecuador vive una aguda recesión económica, con un crecimiento para el 2024 que no pasará del 1%, en el mejor de los casos.
¿La solución? Para el analista Juan Carlos Jácome, parte de la respuesta está en la banca privada.
A su criterio, es necesaria una regulación que obligue a las instituciones financieras, a aumentar su oferta crediticia para el sector productivo, con tasas que sean atractivas y aceptables.
Actualmente, señaló Jácome, los bancos privados destinan la mayor parte de sus recursos a créditos de consumo, que rinden más y son a corto plazo. Pero que, en la práctica, no colaboran con el desarrollo del país.
De ahí que considera fundamental aumentar la oferta del dinero, de modo que empresas e industrias puedan despegar.
Es una situación complicada, anotó, ya que muchos actores, que antes no requerían fondos para operar, ahora los necesitan, y eso reduce la capacidad crediticia para el sector productivo.
Jácome recordó que el mercado ecuatoriano es pequeño y muy concentrado. De ahí que el Estado debe impulsar las regulaciones necesarias, para el sector comercial y emprendedor también tenga oportunidades de acceder a préstamos.
Adicionalmente, la reserva monetaria debe utilizarse en impulsar créditos a municipios y prefecturas, siempre que sean destinados a obras de inversión, que se traducen en movimiento y desarrollo.
Al analizar la situación del país, el experto advirtió que desde el 2021 vivimos una tendencia recesiva. No hay circulante, y al no existir dinero, la economía no se mueve.