El “otro” Valencia de Ecuador ya se dio a conocer en la Copa del Mundo Brasil 2014. Enner, delantero del Pachuca mexicano que comparte el apellido de Antonio, su famoso compañero de selección y figura del Manchester United inglés, hizo los dos goles el viernes pasado en el triunfo 2-1 sobre Honduras y completó tres tantos (marcó en la derrota 2-1 ante Suiza).
El delantero de 24 años llegó a Brasil sin el cartel de Antonio, el rostro de la Tricolor luego de exitosas campañas con uno de los gigantes de la Liga Premier y del balompié europeo. Sin embargo, Enner ha brillado como la figura de un equipo que lucha por un boleto a la segunda ronda. Valencia incluso podría tener cuatro dianas, de no ser porque falló un inmejorable mano a mano con el arquero hondureño Noel Valladares.
Del desempeño consagratorio de Enner también se percató la FIFA, que ayer en su página web (www.fifa.com) lo destacó en una nota titulada ‘Superman es ecuatoriano’.
“Como sucede en las historietas, el superhéroe acude en los instantes de mayor dramatismo, cuando más se lo necesita. Y eso fue lo que ocurrió en el Arena da Baixada de Curitiba, en el momento que el encuentro entre Honduras y Ecuador estaba igualado en un gol y nadie podía desatascarlo. Ahí apareció Superman (Enner Valencia), quien con sus poderes mágicos para el gol le dio el ansiado triunfo a la Tri y se convirtió en el personaje épico de su país”, dijo fifa.com.
Según el portal, el atacante surgido en Emelec, en el 2010, “se sonroja cuando se le pregunta sobre sus sensaciones luego de haberse vestido el traje de héroe” ante los centroamericanos. “No me considero un salvador ni nada de eso, esto fue producto del trabajo de todo un grupo, por la entrega, la lucha en el campo de juego. Sabíamos que teníamos que ganar esos tres puntos para mantener las ilusiones con las que vinimos a Brasil”, comenta Enner.
Fifa.com prosigue: “Sobre cuál de las dos dianas le gustó más, Superman no dudó: “Convertir dos goles en un Mundial es increíble, pero por lo que significó me quedo con el segundo. El partido estaba complicado y el gol llegó en el momento justo. No puedo explicar con palabras la emoción que sentí cuando cabeceé y vi que la pelota entraba en el arco. No podía parar de gritar, fue un desahogo”.
Uno de sus goles (el segundo), como ante Suiza, llegó tras un tiro libre de Walter Ayoví. “Me favorece que con Walter venimos jugando en Pachuca, nos conocemos bien. Habíamos hablado sobre esa jugada y la habíamos entrenado. Espero que la alegría que se vivió en el vestuario nos ayude en el último partido”, añadió Enner.