Todo parecía marchar en orden, pero la Asociación Ecuatoriana de Árbitros de Fútbol (AEDAF) detuvo a la Liga Pro, anunciando el martes 29 de julio que hay deudas con su gremio y que paralizarán sus actividades. Luis Muentes, presidente de la AEDAF, envió una carta a Francisco Egas, presidente de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF), exponiendo “la difícil situación” que enfrentan los árbitros del fútbol ecuatoriano.
“De manera unánime, hemos tomado la lamentable decisión de no presentarnos a dirigir los torneos organizados por la LIGA PRO, hasta que se cumpla con el 100% de lo adeudado y con el pago de viáticos antes de los partidos, como lo exige el Reglamento y el valor de la tabla de honorarios aprobada para la temporada 2024,” menciona la parte medular de la carta.
En la tarde, Muentes y Miguel Ángel Loor, presidente de la Liga Pro, se reunieron en Guayaquil para llegar a un acuerdo. Sin embargo, después de más de tres horas de reunión, no lograron resolver el conflicto.
La Liga Pro ve peligrar su reanudación
“Es muy difícil que se reanude el torneo. Los árbitros tienen una postura firme y hay un malestar por las deudas pendientes”, mencionó Muentes en radio Caravana, dejando abierta la posibilidad de que los ocho partidos de la segunda fecha no se jueguen.
El presidente de los árbitros detalló que la deuda asciende a 1,344,000 dólares, correspondientes a 12 fechas de la Serie A y más de 20 de la Serie B.
Muentes añadió que la Liga Pro, a través de Loor, se comprometió a hacer un primer depósito de 400,000 dólares la tarde del martes. Sin embargo, ese monto no sería suficiente para que el gremio arbitral cambie su postura y participe en los partidos del fin de semana.
La siguiente fase de la negociación corresponde a Muentes y sus representados, quienes evaluarán las propuestas de la Liga Pro y tomarán una decisión al respecto.
“La reanudación no es una decisión personal, sino una postura gremial para buscar una solución a tan difícil situación”, mencionó el dirigente.
