El gobierno no insistirá más ante México en la entrega de Jorge Glas, quien está refugiado en su embajada en Quito desde diciembre pasado.
El exvicepresidente tiene orden de prisión por posible peculado en el llamado “Caso Reconstrucción de Manabí”. Además, debe retornar a la Cárcel de Latacunga a terminar de cumplir su condena por el “Caso Sobornos”, pues su pedido de prelibertad no reunió los requisitos legales.
Hace pocos días surgió el rumor de que el ex segundo mandatario, habría salido de forma clandestina de la legación diplomática. Sin embargo, funcionarios mexicanos lo negaron. Como precaución, se extremó la vigilancia en la frontera norte, a fin de evitar que salga del país.
La ministra de Gobierno, Mónica Palencia, explicó que, ante la negativa oficial de México a permitir el ingreso de policías ecuatorianos, para que detengan a Glas, no se insistirá en el tema.
Para Palencia, la clara postura de las autoridades mexicanas en torno al tema, convertiría cualquier nuevo pedido en una indelicadeza.
La ministra precisó que el tema ahora es estrictamente diplomático, pues existe una orden de captura que debe cumplirse.
Palencia confirmó que Glas sigue en la embajada de México, como “huésped”, mientras se define su asilo. Ecuador respetará esa decisión, pero mantendrá la suya de no otorgarle salvoconducto.
