Según un nuevo informe de la Sociedad Estadounidense del Cáncer, gracias a avances en los tratamientos, la detección temprana y al menor tabaquismo, el número de vidas perdidas disminuyó de manera continua. Los hallazgos
La tasa de personas que mueren de cáncer en Estados Unidos disminuyó de manera continua durante las últimas tres décadas, según un nuevo informe de la Sociedad Estadounidense del Cáncer.
La tasa de mortalidad por cáncer en el país cayó un 33% desde 1991, lo que corresponde a un estimado de 3,8 millones de muertes evitadas, según el informe, publicado el último jueves en CA: A Cancer Journal for Clinicians. La tasa de vidas perdidas por el cáncer siguió disminuyendo en el año más reciente para el que hay datos disponibles, entre 2019 y 2020, en un 1,5%, de acuerdo con esa publicación.
Para Karen Knudsen, directora ejecutiva de la Sociedad Estadounidense del Cáncer, la disminución del 33% en la mortalidad por cáncer es “realmente formidable”. El informe atribuye este progreso constante a mejoras en el tratamiento del cáncer, menores índices de tabaquismo y aumentos en la detección temprana. “Las novedades en materia de prevención, la detección temprana y el tratamiento dieron como resultado avances reales y significativos en muchas de las 200 enfermedades que llamamos cáncer”, advirtió la experta.
En su informe, los investigadores de la Sociedad Estadounidense del Cáncer también señalaron que las vacunas contra el VPH están relacionadas con la reducción de las muertes por cáncer. Las infecciones por VPH, o virus del papiloma humano, pueden causar cáncer de cuello uterino y otros tipos de cáncer, y la vacunación se ha relacionado con una disminución de nuevos casos de cáncer de cuello uterino.
Entre las mujeres de poco más de 20 años, hubo una caída del 65% en las tasas de cáncer de cuello uterino entre 2012 y 2019, “que coincide exactamente con el momento en que comenzaron a usarse las vacunas contra el VPH”, aseveró el doctor William Dahut, director científico de la sociedad.
“Hay otros cánceres que están relacionados con el VPH, ya sean cánceres de cabeza y cuello o cánceres anales, por lo que hay optimismo en que esto tendrá una importancia”, añadió.
La probabilidad de ser diagnosticado con cualquier tipo de cáncer invasivo en la vida se estima en un 40,9% para los hombres y un 39,1% para las mujeres en EEUU, según la nueva investigación.
El trabajo también incluye proyecciones para 2023, estimando que podría haber casi dos millones de nuevos casos de cáncer, el equivalente a unos 5.000 casos por día, y más de 600.000 muertes por cáncer en EEUU este año.
Durante los primeros días de la pandemia de COVID-19, muchas personas se saltaron los exámenes médicos regulares, y algunos médicos observaron un aumento en los casos de cáncer avanzado a raíz de los exámenes de detección y el tratamiento tardíos por la pandemia.
Los investigadores de la Sociedad Estadounidense del Cáncer no pudieron rastrear “esa reducción en las pruebas de detección que sabemos que todos observamos durante la pandemia”, indicó Knudsen. Y añadió: “Creo que el próximo año, por esta época, nuestro informe dará una idea inicial de cuál fue el impacto de la pandemia en la incidencia del cáncer y la mortalidad por cáncer”.
El rol del tabaquismo
El nuevo informe incluye datos de programas y registros nacionales, incluidos los del Instituto Nacional del Cáncer, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EEUU (CDC, por sus siglas en inglés) y la Asociación Norteamericana de Registros Centrales del Cáncer.
Los datos mostraron que la tasa de mortalidad por cáncer en EEUU aumentó durante la mayor parte del siglo XX, en gran parte debido a un aumento de las muertes por cáncer de pulmón relacionadas con el tabaquismo.
Luego, a medida que disminuyeron las tasas de tabaquismo y aumentaron las mejoras en la detección temprana y los tratamientos para algunos tipos de cáncer, hubo una disminución en la tasa de mortalidad por cáncer desde su punto máximo en 1991. Desde entonces, el ritmo de la disminución se ha acelerado lentamente.
El trabajo encontró que la tasa de supervivencia relativa a cinco años para todos los cánceres combinados aumentó del 49% para los diagnósticos a mediados de la década de 1970 al 68% para los diagnósticos entre 2012 y 2018.
Los tipos de cáncer que ahora tienen las tasas de supervivencia más altas son de tiroides con un 98%, de próstata con un 97%, de testículo con un 95% y de melanoma con un 94%, según el informe. Las tasas de supervivencia actuales son más bajas para los cánceres de páncreas, con un 12%.
El hallazgo sobre una tasa de mortalidad por cáncer decreciente muestra “la continuación de las buenas noticias”, destacó en diálogo con CNN el doctor Otis Brawley, profesor de oncología en la Universidad Johns Hopkins que no participó en la investigación.
“La principal razón del declive que comenzó en 1991 fue que la prevalencia del tabaquismo en Estados Unidos comenzó a disminuir en 1965″, explicó Brawley, ex director médico de la Sociedad Estadounidense del Cáncer.
“Esa es la razón por la que comenzamos a tener una disminución en 1991, y esa disminución ha continuado porque la prevalencia de personas que fuman en Estados Unidos siguió disminuyendo”, dijo. “Ahora, para ciertas enfermedades, nuestra capacidad de tratamiento mejoró y gracias a eso hay algunas personas que no mueren”.
Los tipos de cáncer que sí están en aumento
Aunque la tasa de mortalidad por cáncer viene disminuyendo constantemente, el nuevo informe también destaca que los nuevos casos de cáncer de mama, útero y próstata son “preocupantes” y están en aumento en EEUU.
Según los hallazgos, las tasas de incidencia de cáncer de mama en las mujeres aumentaron alrededor de un 0,5% por año desde mediados de la década de 2000. La incidencia de cáncer de útero aumentó aproximadamente un 1% por año desde mediados de la década de 2000 entre mujeres de 50 años o más y casi un 2% por año desde al menos mediados de la década de 1990 en mujeres más jóvenes.
Mientras tanto, la tasa de incidencia del cáncer de próstata aumentó un 3% por año desde 2014 hasta 2019, después de dos décadas de disminución. Knudsen calificó el del cáncer de próstata como “un caso atípico”, ya que la disminución anterior en su incidencia se invirtió, y parece estar impulsada por diagnósticos de enfermedad avanzada.
El pasado jueves, la Sociedad Estadounidense del Cáncer anunció el lanzamiento de la iniciativa Impact, orientada a mejorar la incidencia del cáncer de próstata y las tasas de mortalidad mediante la financiación de nuevos programas de investigación y la ampliación del apoyo a los pacientes, entre otras iniciativas.
“Infortunadamente, el cáncer de próstata sigue siendo la neoplasia maligna más frecuentemente diagnosticada entre los hombres en este país, y se espera que este año se diagnostique cáncer de próstata a casi 290.000 hombres”, manifestó Knudsen. El cáncer diagnosticado cuando está confinado a la próstata tiene una tasa de supervivencia a cinco años de “más del 99%”, según la experta, pero para el cáncer de próstata metastásico no existe una cura duradera.
“El cáncer de próstata —continuó— es la segunda causa principal de muerte por cáncer entre los hombres en este país. Lo que informamos no es solo un aumento en la incidencia de cáncer de próstata en todos los grupos demográficos, sino un aumento del 5% año tras año en el diagnóstico de hombres con una enfermedad más avanzada. Por lo tanto, no estamos detectando estos cánceres temprano, cuando tenemos la oportunidad de curar a los hombres”.
“Los datos del nuevo informe demuestran avances importantes y consistentes contra el cáncer”, indicó en un correo electrónico el doctor Ernest Hawk, vicepresidente en el MD Anderson Cancer Center de la Universidad de Texas, en prevención del cáncer y ciencias de la población.
Y agregó: “El cáncer se puede prevenir en muchos casos y se puede detectar en una etapa temprana con mejores resultados en muchos otros. Cuando es necesario, los tratamientos mejoran tanto en su eficacia como en su seguridad. Todas esas son buenas noticias”.
Sin embargo, para el especialista, “ya es hora de que tomemos en serio las inequidades en materia de salud y las hagamos una prioridad nacional mucho mayor. Las desigualdades en los riesgos de cáncer, en la atención del cáncer y en los resultados del cáncer son intolerables, y no debemos ser complacientes con estos recordatorios regulares de desigualdades evitables”.
“Con un esfuerzo deliberado y dedicado, creo que podemos eliminar estas disparidades y lograr un progreso aún mayor para acabar con el cáncer”, concluyó Hawk.
Fuente: Infobae