El País .- El presidente recibe un apoyo cerrado de las personalidades de su partido, pese a que se le cuestionaba hace un año
“¡Cuatro años más! ¡Cuatro años más!”. Joe Biden logró poner este martes en pie a los asistentes a un congreso sindical en un hotel de Washington. Era su primer acto público desde que anunciaba su decisión de presentarse a la reelección. El presidente de Estados Unidos se dispone a hacer campaña desde su cargo y sin necesidad de disputar la nominación a otras personalidades de su partido, que han cerrado filas con él, en parte por la falta de alternativas.
Numerosos dirigentes demócratas se planteaban hace un año la necesidad de buscar una alternativa a Joe Biden para las elecciones de 2024. No solo por su edad, casi 82 años cuando se vote. Además de eso, la popularidad del presidente estaba bajo mínimos y las encuestas anticipaban un desastre para los demócratas en las elecciones de mitad de su mandato.
Sin embargo, tras el éxito demócrata en las elecciones de noviembre, con el mejor resultado para el partido en el Gobierno de los últimos 20 años, se disiparon los planes de buscar un recambio. Tras esas elecciones, cumplió 80 años, y ya parecía dispuesto a seguir. Más adelante, en el discurso sobre el estado de la Unión fue preparando el terreno para el anuncio y ya habían desaparecido hasta las especulaciones.
El anuncio de Biden se ha hecho esperar, pero el presidente había ido marcando el terreno dejando claro que su plan era volverse a presentar. El inquilino de la Casa Blanca tiene mucha ventaja en unas primarias y la historia reciente muestra que el intento de desbancarle nunca acaba bien. Como mucho, le debilita y acaba facilitando la victoria al candidato del partido rival.
Posibles alternativas, como los gobernadores de California, Gavin Newson; de Illinois, J. B. Pritzker, o de Michigan, Gretchen Whitmer fueron dejando claro que no competirían con Biden. Este martes los tres le han mostrado su apoyo. Pritzker ha actuado de telonero en el acto con sindicatos de Washington de este martes, pero también le ha expresado su apoyo en Twitter: Desde la derrota de una pandemia mortal hasta la defensa de nuestra democracia, Joe Biden ha sido el líder pragmático y reflexivo necesario para ayudar a nuestra nación a recuperarse de algunos de nuestros días más difíciles. Estoy orgulloso de apoyarle para la reelección y estoy preparado para la lucha que tenemos por delante”, ha escrito.
Newson se ha movilizado para recaudar fondos para la campaña: “Nuestra democracia está siendo atacada. Nuestra libertad está siendo despojada. Es hora de dar un paso al frente, y no hay nadie mejor para liderar esa lucha que el presidente Biden. Esperamos otros 4 años de su liderazgo. Hagámonos notar hoy. Cada dólar cuenta”, ha tuiteado.
Whitmer no ha sido menos “El presidente Joe Biden y la vicepresidenta Kamala Harris se han pasado su primer mandato luchando por nuestra libertad, democracia y más derechos, no menos. Pero en todo el país, peligrosos extremistas intentan hacernos retroceder. No podemos ser complacientes. Es hora de terminar el trabajo”, ha dicho, usando el lema del vídeo de inicio de campaña de Biden.
También han cerrado filas con mensajes claros de apoyo Barack Obama, Hillary Clinton, Hakeem Jeffries y otras personalidades del Partido Demócrata. El senador por Vermont Bernie Sanders, de 81 años, una de las figuras izquierdistas del partido y rival de Biden en las primarias de 2020, ha decidido renunciar a otra candidatura presidencial propia y hacer en su lugar “todo lo posible para que el presidente sea reelegido”. En declaraciones a AP ha apuntado que los demócratas deberían cerrar filas con Biden para evitar que “un Donald Trump o algún otro demagogo de derechas” se haga con la Casa Blanca. Durante gran parte del año, Sanders había dejado abierta la posibilidad de volver a presentarse. Ahora no solo dice que no se presenta, sino que desanima a cualquier otro candidato progresista de alto perfil a hacerlo.
Un puente generacional
En el caso de Biden, cundió la idea de que podría ser un presidente de un solo mandato por voluntad propia, Él mismo se presentaba como un líder de transición: “Miren, yo me veo como un puente, no como otra cosa”, dijo en marzo de 2020, mientras hacía campaña en Michigan. “Hay toda una generación de líderes que habéis visto ponerse detrás de mí. Son el futuro de este país”, dijo acompañado entre otros por la vicepresidenta, Kamala Harris y la gobernadora, Gretchen Whitmer.
La opción de que fuera la vicepresidenta la que tomase el relevo estaba sobre el papel en 2020, pero su popularidad ha sido menor incluso que la de Biden. Para que ella hubiese dado el paso habría sido necesario que Biden renunciase a seguir.
Las encuestas dicen que más de dos tercios de los estadounidenses no quieren a Biden de nuevo como candidato, pero no hay ningún otro que suene como alternativa. La perspectiva de que el rival republicano vuelva a ser Donald Trump ha ayudado también a reforzar la confianza en Biden. Tras el anuncio de su candidatura, Trump ha salido en tromba contra el presidente, con su mensaje apocalíptico habitual y su bulo de que le robaron las elecciones de 2020.
A diferencia de 2020, el camino de las primarias está totalmente despejado para Biden. Por el momento solo han anunciado su candidatura rivales menores. Uno de ellos es el activista antivacunas Robert F. Kennedy Jr., de 69 años, hijo del senador por Nueva York, fiscal general de Estados Unidos y candidato presidencial Robert F. Kennedy, asesinado en 1968, y sobrino del presidente John F. Kennedy, asesinado cinco años antes. Otra es Marianne Williamson, escritora y activista cuya presencia es igualmente anecdótica.
Por si la falta de rivales de peso fuera poco, el Partido Demócrata ha organizado las primarias a medida de Biden. Comenzarán el 3 de febrero en Carolina del Sur, el primer Estado donde ganó en 2020, tras sus derrotas en Iowa y New Hampshire. Seguirán New Hampshire y Nevada el 6 de febrero; Georgia, el 13 de febrero, y Michigan el 27 de febrero. La convención demócrata que debería proclamar su candidatura a las presidenciales está prevista para los días 19 a 22 de agosto de 2024 en Chicago.
Biden ha demostrado que es capaz de ganar a Trump. Lo hizo en 2020, resistió en las legislativas de 2022 y ahora puede buscar votos desde su cargo mientras Trump está de gira por los tribunales. Este martes ha empezado su campaña apelando a los trabajadores, un caladero tradicional demócrata donde Trump ha lanzado sus redes. “No me voy a disculpar por ser el presidente más pro sindical de la historia de EEUU, estoy orgulloso de ello”, ha dicho. “Wall Street no construyó Estados Unidos, la clase media construyó Estados Unidos, y los trabajadores sindicalizados formaron la clase media”, ha gritado a los centenares de asistentes, que se han puesto en pie ante el presidente candidato.