El ganador de la segunda vuelta electoral será, literalmente, quien cometa menos errores no forzados.
Así definió la estratega comunicacional, Stephanie Macías, la campaña que se viene entre los candidatos presidenciales finalistas.
En diálogo con “Punto de Orden”, Macías recordó que en este balotaje, todo es nuevo. Es decir, difícilmente contará lo que hicieron o dejaron de hacer los postulantes en la primera vuelta. Y en vista que ya solo quedan 2 de los 8 binomios iniciales, el elector prestará mucha mayor atención a sus mensajes.
Sin embargo, advirtió que abrumar de contenido al público tampoco es buena idea, porque se pierde la disciplina del mensaje.
La experta también precisó que, si bien es importante el apoyo que brinden otras organizaciones a determinado candidato, la historia nos enseña que los votos no son endosables, y que en el plano político, “1+1” no siempre será igual a 2.
Tampoco ve con buenos ojos una campaña que apunte al “ya lo hicimos y lo volveremos a hacer”. Hay que tomar en cuenta que la edad promedio del elector es de 28,5 años, lo que significa que difícilmente recordará lo que hizo el correísmo cuando estuvo en el poder.
En el caso de Daniel Noboa, considera que trata de mantener la estrategia exitosa de la primera vuelta, de aparecer junto a su esposa y su madre, y mostrarse con la narrativa del “ceniciento” de las elecciones, que llega al balotaje de forma sorpresiva.
Además, mantiene el mensaje de que atenderá no solo el problema de la inseguridad, sino aspectos como desempleo, algo que llega a los electores.
Más allá de la narrativa que pretender dar ambos candidatos, Macías subrayó que comienza una campaña muy intensa, que será desgastante para todos, y que tendrá como primer objetivo mantener el voto ganado en la primera vuelta, y como segunda instancia, acaparar las simpatías de quienes votaron por otros candidatos, y aún no toman una decisión.
La entrevista completa:
