El polémico presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, tiene una extraña idea para rebajar, supuestamente, el nivel de las protestas populares contra su gobierno.
Se trata sencillamente de “adelantar” la Navidad para el mes de octubre.
“Está llegando septiembre y dije ‘ya huele a Navidad ‘(…) y, por eso, este año en homenaje a ustedes, en agradecimiento a ustedes, voy a decretar el adelanto de la Navidad para el 1 de octubre. Arranca la Navidad el 1 de octubre”, apuntó Maduro, en una intervención en medios de comunicación.
Agregó que “para todos y todas (…) Llegó la Navidad, con paz, seguridad y felicidad”.
No es la primera vez. En el 2022 las festividades se celebraron el 1 de octubre, y en el 2023 el 1 de noviembre.
El mandatario vuelve a utilizar esta táctica, precisamente a las pocas horas que se conociera de la orden de detención, del candidato presidencial opositor, Edmundo González Urrutia. De acuerdo a todas las investigaciones, González venció de forma amplia en las elecciones del pasado 28 de julio, pero el Consejo Nacional Electoral, dominado por la dictadura chavista, declaró lo contrario.
La Fiscalía de Venezuela solicitó a un juzgado especializado en delitos de “terrorismo”, que emita una orden de aprehensión contra González. Supuestamente por usurpación de funciones y forjamiento de documento público.
La petición fue aceptada por un tribunal, pese al rechazo de la comunidad internacional.