Pocas horas tardó el gobierno ecuatoriano, en responder a la demanda de su par mexicano, que exigía la liberación de Jorge Glas.
La Secretaría de Relaciones Exteriores de México, adicionalmente, planteó que el exvicepresidente sea entregado a un tercer país –Suiza- para garantizar su integridad, pues supuestamente su salud es crítica.
Sin embargo, el régimen de Daniel Noboa rechazó el pedido mexicano.
En primer lugar, dejó en claro que México, pues las convenciones internacionales no aceptan ese privilegio para personas procesadas por delitos comunes, como es el caso del ex segundo mandatario, quien fue condenado por actos de corrupción.
Por tanto, no dará salvoconducto alguno.
La Cancillería ecuatoriana argumentó que jurídicamente no cabía el asilo político, toda vez que Glas debe responder por procesos judiciales pendientes. Además de la sentencia del “Caso Sobornos”, está implicado en posible peculado en el “Caso Reconstrucción de Manabí”.
Glas permanece desde abril internado en la Cárcel “La Roca”, de Guayaquil, la de mayor seguridad del país. Sus abogados han presentado varios recursos para tratar de liberarlo, con el argumento de que tiene problemas de salud. Sin embargo, los médicos de la prisión establecieron que su condición es buena, y que su vida no corre peligro.