El caso de Aidita Ati, la subteniente de las Fuerzas Armadas fallecida a fines de junio, en un fuerte militar situado en la región amazónica del país, da un nuevo giro.
Una nueva autopsia estableció que Ati, habría muerto accidentalmente por un edema, provocado por el excesivo consumo de licor.
La joven oficial, según los testimonios, asistió a una fiesta no autorizada dentro del cuartel, tras lo cual se sintió mal y fue llevada a una habitación, donde pocas horas después murió.
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Los primeros reportes señalaban que ahí, en su cuarto, fue golpeada, violada y estrangulada. El examen forense había establecido que la joven en fue agredida sexualmente, con la participación de más de una persona, y posteriormente fue asesinada.
Sin embargo, la más reciente autopsia menciona una intoxicación alcohólica, y descartaría un femicidio. Como posibles responsables fueron señalados 4 oficiales, que estuvieron algún tiempo detenidos, aunque finalmente los liberaron.
El reporte indica que la causa de la muerte “es edema agudo de pulmón por intoxicación alcohólica”. Es decir, una muerte accidental y no índole criminal, indica la defensa de los imputados.
Por tanto, su pedido a la Fiscalía busca que se abstenga de emitir una acusación en su contra.
De su lado, el abogado de la familia de Ati no está de acuerdo con el resultado de la exhumación, pues se había detectado que la zona genital de la malograda subteniente fue violentada.
