Cayetana Álvarez de Toledo, parlamentaria de
España ante la Unión Europea
La posición del gobierno venezolano es cada vez más frágil. Cada vez más sectores llegan a la misma conclusión: las enormes protestas populares, producto de un fraude electoral escandaloso, solo tendrán como fin la caída del chavismo.
En diálogo con “Centro Debate”, la parlamentaria europea, Cayetana Álvarez de Toledo, ratificó que los comicios del pasado domingo en Venezuela no fueron limpios. Al punto que el propio Consejo Nacional Electoral, en determinado momento, dejó de contar los votos, debido a la aplastante victoria de la oposición.
Sin embargo, ahora viene la parte más difícil: convertir ese triunfo en algo efectivo, toda vez que el gobierno de Nicolás Maduro torció los resultados.
Como parte del reclamo, este sábado habrá una nueva movilización en todo el país, que buscará el respeto al pronunciamiento popular.
Para Álvarez, Maduro solo tiene una salida: negociar su salida del país
Militares son clave
La decisión, precisó la legisladora española, está en manos de la cúpula militar. Ella tendrá que resolver si acribilla a su propio pueblo, y provoca un baño de sangre, o defiende la democracia.
Por ahora está defendiendo un cadáver, a sabiendas que cuando ese cadáver llegue a la tumba, será arrastrado con él.
Al margen de ello, dijo, el régimen de Maduro está derrotado, algo que lo convierte en algo más peligroso.
Sin embargo, en su opinión la jerarquía de las Fuerzas Armadas cambiará deposición, pues tomará conciencia del momento histórico que vive el país, y del alto, altísimo costo que tiene disparar contra los ciudadanos.
Y el pueblo venezolano está decidido: la gente dice en las calles que prefiere que la maten, a que les roben las elecciones.
Sin apoyo internacional
La parlamentaria advirtió que a nivel internacional, Maduro ha perdido gran parte del respaldo que tenía, incluso dentro del llamado “Grupo de Puebla”, que aglutina a los gobiernos socialistas. Una prueba más de que su gobierno está en una fase agónica.
En este aspecto, lamentó que la Unión Europea, por un errado concepto de concertación y condescendencia, retirara las sanciones contra altos directivos del chavismo, algo que les brindó “oxígeno político”.
Su propio país, España, no ha tenido la suficiente dureza. Basta ver al expresidente Rodríguez Zapatero, realizando negocios y defendiendo a la dictadura venezolana.
Sus críticas también apuntaron al Papa Francisco, que no ha estado a la altura de la terrible situación que vive Venezuela. Ni siquiera la visita que recibió de líderes religiosos, exponiendo la situación, le arrancaron palabras fuertes contra Maduro.