Dos de los detenidos durante las operaciones policiales.
Serían los cabecillas de la red delictiva.
27 operativos a nivel nacional fueron necesarios, para desarticular una megaestructura criminal dedicada al narcotráfico.
Las acciones estuvieron a cargo de la Policía Nacional, que previamente realizó una intensa labor de inteligencia e investigación, que tardó alrededor de 2 años.
La banda operaba en Quito, Guayaquil, Sucumbíos, Cotopaxi, Manabí y Santo Domingo de los Tsáchilas, donde cumplía diversos roles, como eran el acopio del alcaloide, el embalaje y el transporte.
La droga, ya empaquetada, era enviada a Estados Unidos y Europa, generalmente desde diversos puertos.
La organización, de acuerdo a los estudios, tenía contactos con otros grupos delictivos, a fin de completar los embarques.
Una vez identificados los escondites y a los integrantes, la Policía, respaldada por agentes de la Fiscalía, intervinieron de forma conjunta, y capturaron a los miembros de la banda.
En la intervención también participa personal de la Fiscalía General del Estado.