A los gobiernos de Colombia y México, ideológicamente afines al denominado “socialismo del siglo 21”, no les sentó bien el triunfo de Daniel Noboa, en la segunda vuelta electoral del pasado domingo.
Sus respectivos presidentes emitieron declaraciones críticas contra el régimen ecuatoriano.
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México: sin relaciones
En el caso de México, la presidenta Claudia Sheinbaum anunció que las relaciones diplomáticas entre ambos países “seguirán congeladas”.

La mandataria calificó de “dudoso” el triunfo de Noboa, pese a que la misión de observadores de la Organización de Estados Americano (OEA), afirmó que fue transparente.
Entre la primera y la segunda vuelta electoral, Daniel Noboa logró quitarle 25 cantones al correísmo
Sheinbaum recordó que en abril pasado, hace un año, la policía ecuatoriana irrumpió en la embajada mexicana en Quito, donde arrestó al exvicepresidente Jorge Glas, quien había recibido asilo. Pese a los numerosos pedidos, el gobierno de Noboa se niega a darle el salvoconducto, ya que se trata de una persona enjuiciada por delitos comunes y no políticos.
La presidenta ansiaba el triunfo de Luisa González, como lo señaló públicamente varias veces, y como no se dio, dejó en claro que no se reanudarán las relaciones diplomáticas.
Colombia ofrece asilo

De su lado, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, denunció que, supuestamente, existe una persecución contra dirigentes del correísmo.
Según dijo, hay una lista de personas a quienes el gobierno ecuatoriano no permitirá salir del país, por pertenecer a la Revolución Ciudadana.
Adicionalmente, ofreció brindarles asilo en su país.