Más voces especializadas cuestionan la reforma tributaria, que envió el presidente Daniel Noboa a la Asamblea Nacional.
En diálogo con “Punto de Orden”, Francisco Briones, ex director del Servicio de Rentas Internas, coincidió en la idea de que la propuesta solo apunta a poner orden en las cuentas fiscales, y en el mejor de los casos, aumentar los ingresos del Estado en 2.000 millones de dólares.
Esta cifra se queda corta, dijo, pues las necesidades apuntan a 9.000 millones.
Briones advirtió que, para solucionar la crisis económica del país, se requieren reformas legales integrales. Por ejemplo, que ya no sea obligatorio aumentar el gasto público cada año, en al menos el 1%.
En su opinión, en un año a lo mucho será necesaria otra reforma, seguramente más profunda, pues resulta evidente que el gobierno dejará los cambios estructurales –algunos muy fuertes- para fines de su corto periodo, o tal vez para el siguiente, en el supuesto que busque la reelección.
Lo que busca ahora el régimen, dijo, es simplemente sobrevivir.
Para Briones, el capítulo de la reforma que reglamenta alianzas público-privadas, es bueno para el país. Sin embargo, solo funcionaría si existen recursos para invertir, pues dichos acuerdos se basan en socios que aportan.
Como ejemplo citó el proyecto del Quinto Puente de Guayaquil. Si se concreta únicamente con recursos privados, tipo concesión, los usuarios tendrán que pagar un alto peaje para recuperar la inversión, mientras que con capitales mixtos, el costo para el usuario bajaría.
Asimismo, Briones cuestionó la sección que permite a los contribuyentes establecer una “residencia fiscal temporal”, pues les faculta a declarar sus ingresos solo parcialmente, algo que consideró un retroceso en la lucha contra la evasión.
Recortar IVA en construcción no funcionará
A su criterio, recortar el IVA en la construcción no tendrá el éxito que desea el gobierno, o al menos no en el nivel esperado.
La causa es simple: los impuestos son solo uno de los problemas que afronta el sector, anotó.
Briones explicó que mucho más importante es la “rigidez” que rige en las leyes laborales, y ciertos costos que encarecen el producto final.
