De acuerdo con Santiago Mosquera, experto económico, el tema actualmente preocupa al mercado es cuál será la evolución de las mesas de diálogo. Por un lado no está clara la agenda de discusión, pues ha trascendido que por encima de los puntos ya pactados van apareciendo otros pedidos. El tema también se complica si se toma en cuenta que en caso de que las mesas no rindan el resultado que se espera en 90 días existe un riesgo de nuevas protestas.
Mosquera dice que como parte de los motivos para el alza del riesgo también está la caída del precio del crudo. Explica que el mercado podría tranquilizarse de alguna manera cuando el ministro Pablo Arosemena acuda al exterior y pueda abrir canales directos de información con los inversionistas. Los tenedores de deuda están interesados en saber si ha cambiado o no la línea sobre el tema la política económica y si hay algún avance en las discusiones con el sector indígena”.
Para los mercados también es importante saber si el cambio en el plan económico pone en riesgo o no el último desembolso del programa con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Y también esperan conocer las necesidades de financiamiento del 2023 y si Ecuador tendrá que acudir a mercados para cerrar el hueco fiscal.
Mosquera recuerda que en 2015 el Ecuador tuvo un indicador de 1.498 puntos por la incertidumbre del pago de los bonos 2015 que al final sí se pagaron. En cambio, en noviembre del 2019, dos fueron los factores que generaron el alza del indicador hasta 1.418 puntos. En ese momento el riesgo país empezó a crecer por las protestas de octubre, también protagonizadas por el sector indígena y luego la Asamblea dejó de lado la ley de crecimiento económico que contenía reformas tributarias, fiscales y monetarias.
