El robo sería el móvil del secuestro y asesinato del sacerdote Enrique Arcos, ocurrido en el sector de Panzaleo, provincia de Cotopaxi.
El crimen ha generado conmoción en la ciudad, ya que el malogrado religioso era conocido y muy querido por la comunidad católica.
Extranjeros serían los responsables
En base a la información proporcionada por las cámaras de seguridad, se estableció que Arcos fue visto por última vez en compañía de un grupo de extranjeros, a quienes ayudaba desinteresadamente.
Sin embargo, desde entonces estaba desaparecido.
Su cuerpo, desmembrado, fue encontrado en la mencionada zona, mientras que su vehículo apareció incinerado en Quito.
De acuerdo a las investigaciones policiales, los venezolanos aprovecharon el buen carácter del sacerdote, para tenderle una emboscada y secuestrarlo en su propio carro.
Ya en su poder, irrumpieron en su domicilio y se apropiaron de todos los objetos de valor que encontraron.
A fin de que no los delatara, los extranjeros asesinaron al sacerdote y desmembraron su cuerpo. El vehículo fue quemado para no dejar huellas.
Los criminales ya están plenamente identificados, y sería cuestión de poco tiempo para que los detengan.
El religioso atendía en las celebraciones religiosas en la parroquia de Huachi Chico, en el sur de la ciudad de Ambato.