La empresa de transporte Panamericana no podrá circular en la ruta Quito-Manta y viceversa, durante 21 días, mientras dura la investigación del accidente de tránsito del sábado pasado que dejó 15 personas fallecidas y 16 heridas en el km 16 de la vía Alóag-Santo Domingo.
La resolución la tomó ayer la Agencia Nacional de Tránsito (ANT) tras conocer un primer informe que apunta como hipótesis preliminar que la impericia del conductor provocó que el bus interprovincial caiga a unos 300 metros.
Mientras, las escenas de dolor por la pérdida de las víctimas del suceso se repitieron ayer en velorios y sepelios que se realizaron en Portoviejo y Chone.
Nery Cedeño lloró inconsolablemente cuando el cuerpo de su hija María Bella ingresó a uno de los nichos del cementerio Jardines de Manabí, en la capital manabita. Douglas Cedeño, hermano, dijo que la familia aún no ha pensado en una acción legal contra la cooperativa, de la cual, afirmó, no habían recibido ayuda.
Similar dolor hubo en la sepultura de Miguel Cañizares, médico que también fue sepultado ayer en Portoviejo.
En la parroquia San Pablo todavía se velaba el cuerpo de Alexandra Macías, de 36 años, quien iba a Quito a visitar a los cuatro hijos que tuvo en su primer compromiso, según Geovanny Mero, su actual pareja.
En el hospital del IESS de Portoviejo, los compañeros de Tania Salguero, directora de Anestesiología, hicieron una capilla ardiente en honor a su compañera que fue sepultada en Quito. Félix Alvarado, médico, indicó que Salguero tenía ayer tres cirugías.
En Chone, familiares y amigos de Flor Rodríguez Rivas (38) asistieron ayer a su sepelio. Ramón Intriago contó que su esposa era jefe de operaciones de un banco de Portoviejo y que iba a un seminario en Quito.
Vanessa Castillo, directora de la ANT en Manabí, señaló que el domingo facilitaron el transporte a los familiares de Wilman Torres y Leyda Montalbán, quienes residían en Venezuela y que viajaban en el bus.